martes, 12 de octubre de 2010

Además se usan los peces

Tengo el cerebro en stand by. Quedo trabado el botón. Tenemos que pegarle unas patadas para que se active, según me dijo August. Es hora. Empezar a disfrutar y dejar que las neuronas fluyan, que hagan contactos por si misma. No hacer el esfuerzo por pensar, dejar de intentarlo. No para volverse idiota, pero si para estar un poco mas relajado. Tengo varios días de ese estilo por delante. No se como resultaran. Sin cursar, sin rendir, sin hacer nada. Espero que me den ganas de pasear por lo menos. Ir a esos lugares que siempre quiero ir y no tengo tiempo. No porque tenga ocupaciones importantes, sino porque no me organizo. Que desorganizada esta mi vida en serio. Pero no se si tengo ganas de encasillarla en un calendario. Lo hice durante mucho tiempo. ¿Cómo hacia para quedarme estudiando tanto el año pasado con un día soleado hermoso y no tener ganas de estar caminando o sentada en una plaza? Ahh. Si. Ya me acuerdo. Estaba cómoda donde no tenía que estarlo. Ojala mi vida no vuelva a estar así de sedentaria. Ojala empiece a pasear más y salir mas a hacer las cosas que me gustan.
Me di cuenta que tengo tiempo de sobra. ¿Cómo fue? Paso cuando me di cuenta que tenia tiempo para ponerme a pensar que tipo de música va con cada situación, como escuchar Oasis en un auto en un paseo hacia la zona norte, o pensar en escuchar Jack para dormir la siesta. Fue más terrible cuando me puse a deducir en que momento del día y con que programas los horarios se descuajeringaban. Llegue a la conclusión que suelen ser los noticieros los que se exceden, o por lo menos el que yo tome en cuenta. Acá esta la prueba de que realmente estoy dejando en reposo las neuronas. Y como consecuencia aparece la cara de dormida, los ojos mirando a cualquier lado y las frases colgadas, seguidas de un clásico “no entendí”. Es una oración que me caracteriza. Mis amigas me aman por eso. No es en joda cuando la tiro. Es que realmente me fui del mundo y cuando volví quede como si estuviese intentando leer una señal de transito en China. Más o menos como intentar no dormirse un domingo a las 4 de la mañana, sabiendo que al día siguiente es feriado, que existe la posibilidad de salir. Hacer el esfuerzo por concentrarme en las conversaciones que se desarrollan a mí alrededor y sin caso resignarme e irme a dormir. Algo que no me pasaba hace mucho. Creo que me estoy pasando de vueltas. Necesito dormir. Quiero dormir. Que ganas de dormir una buena siesta. De esas que no son solo apoyar la cabeza en la almohada y desmayarse. De esas que no se duermen solo. Una de esas quiero.
¿Por qué me cuesta tanto mantener mi casa en el estado perfecto de limpieza y orden? Me mato barriendo, pasando el trapo, fregando, ¿y con qué fin? Abro la ventana 1 hora y el inevitable smog de la ciudad se aposenta con toda delicadeza otra vez sobre mi piso. Increíble. La próxima vez me mudo al campo. Esos pensamientos desvariantes que tengo a veces. Me voy a mudar a una calle donde haya árboles y silencio. Una calle “fresquita” como la definí ayer. ¿Qué voy a hacer hoy en todo el día? No lo se. No tengo nada organizado y creo que no tengo ganas de organizarlo tampoco.
Se me fue florero. Unos días, que serán como meses. Parecemos un matrimonio según algunos de nuestros amigos. Es que ellos no entienden. Como podemos pasar una tarde metiéndonos en ferias de ropa mientras yo estoy sentada y ella me muestra los chalecos que se quiere comprar. Es capaz de correr por todo el lugar hasta que me encuentra para preguntarme si me gusta el color. Me siento el marido. A veces soy un poco hombre, sobre todo cuando miro futbol, pero esto ya es nuevo para mi. Lo descubri cuando me estaba preguntando si me parecía lindo un vestido y yo estaba colgada mirando una pantalla gigante donde estaban pasando el partido de ese equipo que no iría a ver nunca. También soy así cuando me baño. Según El Tipo, porque si lo logro en 10 minutos con la melena que tengo es que soy Pablo Andrés para realizar esa acción. No es que no lo haga bien, pero no paso tanto tiempo debajo de la ducha.
El finde largo pasó. Como un estado que leí en la red social de mi amiga la model, pasó y yo sigo en la misma posición. Creo que me siento identificada. No físicamente, porque obviamente me movilice pero sigo en la misma posición. Sentada frente a la compu sin saber por donde empezar a hacer las cosas que quiero hacer. Esas que QUIERO y no que TENGO. Voy a escribir una lista a ver si puedo por lo menos empezar por el principio, o por el final, o por el medio, pero empezar por algún lado. Porque la estructura que ahora esta desestructurada, es la forma en que voy a estar viviendo mis días…

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