Porque hay verdades irrefutables, también es verdad que los
brillos se llevan con dignidad o no se llevan. Porque también las mejores ideas
se me ocurren en la ducha y no cuando tengo un papel a mano. Porque siempre que
pienses que dejaste de necesitar a alguien, de repente te encontras mirando a
qué hora se conecto por última vez.
Porque si queremos podemos, y las mujeres hemos demostrado…o
por lo menos las lunáticas de mis amigas y yo, que se puede tener vejiga de
elefante con tal de que no abra los ojos. Porque somos capaces de comprar un
pack de 6 botellas de agua, por las dudas.
Porque si hay una verdad irrefutable es la que dice que la
gente como uno vive con un “por las dudas” en la billetera. Porque por las
dudas me lavo los dientes, porque por las dudas limpio la bañera (o no, y te
encontras con que el “amor de tu vida” llega de jugar un partido de futbol
cuando viene a visitarte por segunda vez y quiere darse una duchita…y vos muy
con la conciencia tranquila porque le pasaste cif hasta a al mismísimo jabón,
te das cuenta al día siguiente que el pobre pibe tuvo que sobrevivir al efecto “piletita”
por la culpa de la caída de tu pelo y el pseudo tapon que se hizo en tu bañera
blanca. Y casi moris de infarto, pero pasan 4 años y te reis a carcajadas
mientras te tomas un vino con una amiga)
Y mientras nosotras nos auto-infligimos tratamientos de
belleza express, o invitamos a una amiga amablemente a que baje por la
escalera, o le ponemos perfume a las sabanas, o nos compramos ropa interior
bonita, ellos se desmayan a ronquidos y panzas que suben y bajan. Atraviesan
toda la cama sin importar el poco espacio que nos hace dormir momificadas.
Porque nunca notan si tenemos rímel al despertar o las uñas pintadas de los
pies.
“Porque sos demasiado considerada” me dijeron el otro día,
por eso debe ser que no importa cómo encare el camino siempre termino chocada
contra un árbol y el seguro no me cubre daños materiales ni emocionales. Aunque
la esperanza y las ganas de seguir nunca se pierden, no debemos confundir
terquedad con fortaleza. Esto es o no es. Porque a veces está bueno decidir que
las cosas son blancas o negras. Porque “la tercera es la vencida”, pero quién y
cómo determina cuando empieza y termina cada vez? A mí no me sale. Porque no es
lo mismo arrastrarse que demostrar interés. Porque no es lo mismo esperar a
alguien con la puerta abierta de tu casa y con una sonrisa que despedirlo
diciendo que no va a pasar nunca más…aunque ni vos te lo creas.