domingo, 30 de diciembre de 2012

Entonces...¿Qué?


Resulta que llegó el último día del año y todo estamos como locos tratando de acordarnos qué corno hicimos con nuestras vidas desde el 1 de enero de este mismo año. Empiezan los especiales de “los mejores goles del año” o “los escándalos más importantes de la tv”…y bueno, se ve que a la gente le gusta que las cosas lleguen a un final y tengan un nuevo comienzo. Ojo! Yo no me estoy quejando, ni tampoco me molesta mucho que alguien haya decidido que los días se iban a establecer de esta manera. Si tuviese que organizar mi calendario creo que tendría más confusión que los que predicen el fin del mundo.
Pero más allá de las circunstancias arbitrarias y socialmente establecidas creo que se puede analizar lo que pasó este periodo que comprendió 12 meses de mi vida. De repente pase de ser una inocente desocupada y excluida del sistema a una de esas que se levantan siempre a la misma hora para cumplir con una consigna a la que le dicen trabajo. Ok, tuvo sus idas y venidas pero que bien la estoy pasando.
Me fui para los extremos de lo más extremo con mis vínculos personales. Me arme un personaje que vendí y compraron…y que después no quise vender mas y todo se constituyo en un mientas tanto. Y hasta me llevaron al cine.
Aprendí recetas nuevas y hasta a usar el horno. Para los interesados en hacerme compañía, hago milanesas caseras.
Resolví conflictos existenciales con el sr de la cabeza para darle lugar a otros que se convirtieron en pajaritos volando alrededor de mi cabellera. Hablando de eso, decidí ir por lo sano y me corté el pelo. Si a pesar de ser mufasa con mi pelo despeinado, entré un sábado a la tarde a la peluquería y pronuncie las palabras “Quiero cortarme carre”. Casi produzco un colapso de tinturas por los aires. Pero a partir de ese momento me dijeron cosas mas lindas en la calle. Mientras que en mi futon no me decían las cosas que yo esperaba escuchar.
Y teniendo en cuenta esta cosita de que se termina el año comencé a escuchar a las personas mezclar tiempos verbales o formas de organizar las palabras. Esta época del año se caracteriza por el potencial que indica un “estaría en condiciones de afirmar que el año próximo podría darse….” Y los que tienen una determinación tan grande como la mía cuando veo un flan con dulce de leche y me lo como igual aunque tenga 200 millones de calorías. Estos casos establecen hechos, sucesos y acciones a futuro que hasta parecen del pasado por como están formulados. Estos me asustan un poco más, no porque yo sea una insegura de las decisiones… ah no para, eso si lo soy, bueno no es por este motivo, sino que para cada determinación tomada un 31 de diciembre por una persona puede afectar a los caminos de las 7 mil millones de personas que existen en el mundo. Entonces yo voy a levantar mi copa a las 00:00hs mientras tengo el asado en el plato todavía y voy a brindar porque estaría en condiciones de decir que el año que viene podría estar dispuesta a….irme de viaje y que te vayas conmigo.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Las preguntas que nadie hizo a las respuestas que solo yo contesté


Los ¿cómo…? de mi 2012:
¿Cómo puede ser que no consiga trabajo?
¿Cómo puede ser que haya conseguido ESTE trabajo?
¿Cómo puede ser que no me hable?
¿Cómo puede ser que me hable todos los días y a toda hora y me persiga?
¿Cómo llegue hasta casa…?
¿Cómo le dije que si a esa pelotudez…?
¿Cómo se prende el horno?
¿Cómo se cuida una planta?
¿Cómo se hace la seña de “me gusta pero no me encanta”?
¿Cómo se hace la seña de “no me jodas mas”?
¿Cómo le explico que no me interesa lo que me está contando?
¿Cómo llegue a pensar que quería eso pero que en realidad no era lo que yo quería aunque tampoco sabia lo que quería porque venia de saber lo que no quería…?
¿Cómo hago para levantarme hoy después de las cervezas de anoche?

Los ¿Dónde…? de mi 2012:
¿Dónde deje la dignidad?
¿Dónde se metió esta pelotuda?
¿Dónde vamos esta noche?
¿Dónde me tomo el bondi para llegar a un lugar al que no quiero ir?
¿Dónde te compraste eso que no me gusta para nada así no voy a ese lugar?
¿Dónde consigo una camisa a lunares?
¿Dónde están mis ganas de levantarme un domingo?

Los ¿Qué…? de mi 2012:
¿Qué mierda se le cruzó por la cabeza?
¿Qué le digo a mi psicólogo?
¿Qué sentido tiene ponerse los tacos si mis amigas mas altas que yo se van a poner tacos..?
¿Qué porcentaje de neuronas sanas le quedan?
¿Qué significa no tener que explicar nada y estar explicándolo?
¿Qué se siente volver del descenso?
¿Qué se siente estar por irse al descenso?
¿Qué le pasa?

Los ¿Cuándo…? de mi 2012:
¿Cuándo fue la última vez que me reí hasta casi hacerme pis?
¿Cuándo pensabas decírmelo?
¿Cuándo empezó a gustarme esta situación?
¿Cuándo es el momento de decirle que si?
¿Cuándo vamos al cine?
¿Cuándo se termina el 2012…?

sábado, 1 de diciembre de 2012

Salteado y con sal


El problema real no es el problema. Son las secuelas. Porque si nos ponemos a pensar un poquito, un problema tiene solución. Encontrarla no siempre es fácil pero tampoco es que no existe. Todos los problemas tienen salida, incluso esos que parecen imposibles…que a nosotros no nos guste la respuesta no significa que no sea válida. Que nosotros nos generemos síntomas como los orzuelos semanales para tener cerrados los ojos, o anginas psicológicas para no aceptar una situación es otra cosa.
La secuela que últimamente vivo en carne propia es la del delirio celotípico. Esta denominación inventada por mi amiga del alma es generadora de los más ridículos pensamientos. Ver una foto sacada a las 10 de la mañana donde la persona aparece, te lleva a pensar lo siguiente “Que linda foto. Ah mira hoy se puso ese buzo que me gusta. Ah que bien, se debe estar yendo al trabajo. Que graciosa la foto….en la que él aparece, y si él aparece…entonces…QUIEN SACO LA FOTO?...ah listo, no te lo puedo creer…seguro es alguien..a las 10 de la mañana..ah listo, se quedó a dormir. Ah bueno, lo voy a cagar a piñas”
Claro, no se nos ocurre pensar que puede haber sido un amigo, o que esa foto se sacó en otro momento y ese día la subió. Eso se le llama secuelas posteriores a problemas ya resueltos.
Otra cosa en la que soy experta, además de las secuelas, es en entender bien las cosas que se deberían entender mal, y al revés. Por ejemplo, las normas de interacción social. “Hola, cómo andas?... (charla de relleno durante 1 hora)… vamos a tomar algo?”. Claramente esto no lo concibo. No digo que sea malo, simplemente yo no comprendo. Según mis amigas esto es lo normal. Creo que tengo la tendencia a entender más el golpe de cavernícola, que implica un “me interesas y quiero verte”, a la charla civilizada y correcta.
Sumando habilidades a mi cv puedo admitir que tengo un serio conflicto con los signos. Necesito señales del estilo STOP en mis vínculos con la gente porque sino no me doy cuenta y cruzo la calle. Después viene la multa y no tengo resto con que pagarla. Ahí es donde recurro a los llamados a mi madre a las 11 de la noche un domingo llorando o me sumerjo en mi futon a mirar películas tomando café. Ni hablar de los signos del lenguaje. Los puntos finales me cuestan como a nadie. Y los de exclamación para darle énfasis a mis decisiones ni te cuento. Los signos de pregunta son los que mas fluyen por mi vida. Siempre cometiendo el error de darle oportunidades a las personas, porque un signo de interrogación habilita a que la respuesta esté en la vereda de en frente. Si te contestas vos mismo tenés un grave cuadro de esquizofrenia o una capacidad inmutable de sobrevivir sin depender de nadie. La verdad es que hay que dejar de ponerle los signos que no van a la gente equivocada. Admito que me cuesta mucho el punto y aparte pero cuando lo pongo, olvidate. No volvés más? No volvés más…

No volvés más.

domingo, 21 de octubre de 2012

Pequeñas misivas de una vida en organización


Alguna vez se me escapo a través de un escrito en 140 caracteres la siguiente conclusión: Cuando las cosas no coinciden no hay destino que las una. No es que yo sea una fiel creyente del destino ni mucho menos, siempre afirmo que la vida es una sucesión de consecuencias a las decisiones que tomamos. Pero si analizamos un poco mi pensamiento de sábado a la noche en un boliche después de un par de fernets, resulta bastante revelador. Si vivís intentando con la llave que no es, lo que vas a conseguir es que se rompa y te quede adentro de la cerradura. ¿y cuál va a ser el resultado? Vas a tener que llamar a un cerrajero, a las 3.40 de la mañana, que te va a cobrar 600 pesos porque tenés una puerta del año del pedo y tiene que hacer un trabajo de logística más grande que el traslado de un camión de caudales. O sea, vas a salir perdiendo por donde lo mires.
Pero ¿qué hacemos con esas contradicciones que nos llevan a pensar que las cosas en realidad “no son tan así”? Nada. Simplemente justificamos y excusamos para no aceptar ciertas derrotas. Porque la derrota implica tristeza, y la tristeza implica no querer salir de tu casa aunque el sol te esté dando la mano para ir a  la calesita. Entonces nos metemos en un laberinto cerebral que nos lleva a buscar caminos que no existen en situaciones que no son reales. No porque no sucedan sino porque simplemente no son lo que deberían ser. Aceptar que te equivocaste y que elegiste mal termina siendo tan asfixiante como una piedra de 10 toneladas apoyada encima de tu espalda cuando estas tratando de dormir.
Aunque es verdad que las enredaderas que aparecen en los pensamientos y que van directo al cuore terminan siendo perjudiciales para la salud, también hay un paso posterior que nos estamos olvidando: la libertad.
Ya no preocuparse, ya no preguntarse por esa actitud, dar ese pasito al costado de la vía cuando el tren viene a todo lo que da y no va a frenar genera un bienestar extraño pero aliviador. No es dejar ir a otro ni a una situación. Es dejarte ir a vos mismo en ese embrollo en el que te metiste solo. Es cambiar la piel como hacen las serpientes y otros bichos. Es darte un beso a vos mismo con todo el amor del mundo y mandar a ese “vos, que no eras vos” en un cohete al infinito y mas allá…

viernes, 28 de septiembre de 2012

dos más dos igual 340


Hablemos de caer en lugares comunes. Hay bandas que lo hacen todo el tiempo. Debe se porque a la gente en realidad le encanta transitar por esos espacios ficticios en los que todos sentimos lo mismo, todos nos comportamos igual, todos somos una misma cosa. A veces me gustaría que no sea de esta forma, que seamos como una bolsa de papel picado donde cada uno se parece al otro pero en realidad es único porque no hay forma de que este repetido. De paso estaríamos siempre presentes en celebraciones y no nos preocuparía terminar en el piso.
Los lugares comunes pueden ser las anécdotas amorosas. Ufff!...pueden haber miles y todas van a poder clasificarse dentro de un rubro. Porque si algo aprendí en estos últimos meses es que TODO puede categorizarse bajo un nombre. Obvio que el criterio o parámetro para hacer esto depende de quien este trabajando en la segmentación de los conceptos. Es decir, una historia que para algunos puede ser la ternura misma, a mi me da ganas de vomitar o simplemente me resulta abrumadoramente psicópata.
Los lugares comunes pueden concebirse dentro de lo que se llama “vestimenta”….que por cierto en estos tiempos es tan, tan, tan…de zapatos ortopédicos y pseudo looks noventosos que me asusta un poco. Pero se ve que caminar por la vida con un calzado que te hace parecer mas alta a costa de tener bodoques en los pies, es cosa de pertenecer.
Por el simple hecho de estar ahí es que se cae en estos lugares comunes. Todos van hacia la luz aunque sepan que se van a quemar. A veces caer en lugares comunes te define quien sos. – hola, mucho gusto! Soy la que acepta flores para san valentin (y lo festeja en argentina), la que canta “un amigo es una luz” a los gritos llorando con las chicas el 20 de julio, la que apenas sale un tema popero en la radio se lo sabe porque habla sobre como él no te merece, soy la que se viste de fuxia porque en TODAS las vidrieras están las prendas de ese color (aunque en realidad sea un color bastante molesto a la vista y le quede prácticamente MAL a todo el mundo), soy la que se tatúa por el simple hecho de hacerse un dibujo significativo cuando ni siquiera sabe que ese símbolo es utilizado para sacrificios en alguna tribu africana, en fin…soy la que va con todos los demás, un gusto conocerlo-. A veces estar en los lugares no-comunes y ser “la que no” implica un poquito de soledad pero que bien se siente también.
Otro lugar común es el tema de la pareja. Según tu horóscopo de los muffins vos sos de vainilla con chispitas de chocolate y por eso tu amor va a aparecer a levantar una hoja que se te cayo en el medio de la vereda. Ahí lo vas a conocer y después de invitarte a tomar un café nunca mas se van a separar….escuchame una cosa pelotuda, en primer lugar…el muffin de vainilla con chocolate es lo mas rico que hay así que sentite afortunada que te toque esa clasificación; en segundo lugar…si una persona X se acerca a levantarte una hoja que se te cayo estas frente a un ser educado y cortés. O alguien que pensó que era dinero y te quiere robar….después, si te invita a un café…ESO PASA EN LAS PELICULAS. No te enseñaron cuando eras chiquita que no hay que hablar con extraños? Esto de sentirse predestinado me pone un poco nerviosa. A ver, pongámoslos a sacar cálculos. Seguramente haya alguien que corresponda con vos…aunque seria mejor tener los datos oficiales de la población mundial para saber si somos pares o impares en este mundo. Vamos a proponer un censo mundial en pos del amor para saber si te toca ser la vieja solterona de los gatos porque justo en tu generación la humanidad decidió ser impar o te toca estar en pareja porque en ese periodo alguien se emociono con el  contacto físico y nació una personita. Yo creo que es una cuestión matemática pero qué puedo decir yo sobre esto? Si solo soy una chica parada frente a un chico pidiéndole que la quiera… 

jueves, 10 de mayo de 2012

Condimentar a gusto

Voy a escribir un poco sobre el EX. O mejor dicho “lo ex”. Esta distinción viene a definir todo lo que es parte de un estado anterior, no solo una pareja o varias si te divertiste en el pasado. El otro día estuve caminando por la zona donde antes vivía. El lugar estaba cambiado pero encontré cierta familiaridad. Los negocios mas importantes seguían ahí y algunas caras que me cruzaba también. Pero sucedieron 2 cosas: en primer lugar, una de las esquinas que nunca había tenido relevancia albergaba un restaurante nuevo y muy lindo. A ver, era necesario que eso lo pusieran cuando ya me fui? Por que las cosas no eran tan buenas mientras yo estuve en ese perímetro. Lo mismo suele ocurrir con las personas con las que tuviste una relación amorosa. De repente ya no son parte de tu vida y se ponen cual modelos, cambian todos esos malos hábitos que te molestaban y no estaban dispuestos a modificar, se convierten en todo eso que siempre quisiste que fueran. Otra vez la pregunta… ¿por que no podías ser así mientras estuviste conmigo? Teniendo un poco de autocrítica creo que yo también cambie todas esas cosas y me pregunto si alguien estará pensando esto sobre mí. A menos que me escriban un mail o me manden una paloma mensajera, no me voy a enterar nunca.

Siempre vemos al pasado como mejorado después de que ya no estamos ahí. Son esos momentos donde surgen las ganas entupidas de tener una maquina del tiempo. Empezamos a vivir cada instante detestando lo que nos esta pasando y nos esta por pasar por apreciar algo que ya no va a volver. Algo que ya no es nuestro ni de nuestro mundo pero como ahora esta distinto a nuestros sentidos lo vemos como mejor. Cuando trabajamos queremos tener tiempo para hacer las cosas que no hacemos en esas horas. Volver a las clases, a las pasiones, a simplemente dormir una buena siesta. Nos sentamos frente a la computadora de nuestras responsabilidades y nos lamentamos no poder estar haciendo otra cosa. Cuando nos mudamos extrañamos rincones de la vieja casa. Balcones con vistas que te dan aire. Un patio con plantas donde sentarse cuando hace calor a la noche.

Sin embargo, como dije sucedieron 2 cosas en mi paseo por la vieja zona. En segundo lugar, me di cuenta después del shock pro pasado que ya no me sentía tan cómoda ahí. Ya no era mi lugar. Todo eso que me resultaba conocido ahora era como cualquier rincón de la ciudad. El dibujo de una pared ya no me avisaba que estaba cerca de casa sino todo lo contrario. Ver a un ex novio y entender porque no siguen juntos, sobre todo entender que no queres que sigan juntos. Dejar un trabajo y darte cuenta que no estabas feliz aunque hicieras fuerza.

Ni hablar del ánimo. Cuando pensabas que en un estado estabas mejor porque es distinto al que vivís ahora es engañarse a uno mismo o subestimarse. Estuve 2 meses diciendo que quería volver a mi estado de animo anterior y cuando tengo todo alrededor para conseguirlo me doy cuenta que no es lo que quiero en realidad.

La cuestión no esta en una insatisfacción crónica sino en saber exactamente que es lo que queres. Sobre todo darte cuenta que una vez que diste el primer paso no tiene ningún sentido retroceder en la caminata..

lunes, 23 de abril de 2012

Cortito y al pie


Hablemos un poco de esas hermosas contradicciones que se encuentran ocultas bajo la piel de las personas o atrás de sus cerebros, o sea en su pelo que es la parte de atrás de la cabeza.
Muchas personas van por la vida diciendo que son libres. Libres porque no están con nadie, libres porque viajan a donde quieren, libres porque abandonan todo y a todos con tal de seguir un sueño, libres porque no dependen de nadie, libres porque no cumplen con sus deberes, libres porque no tienen responsabilidades que les generen estrés, libres porque se pueden construir una casa en un árbol y vivir ahí toda su vida como Tarzán, libres porque ni siquiera usan ropa interior. Bueno déjenme decir algo respecto de ese tipo de gente. No son nada libres. No son lo que piensan. Simplemente son todo lo contrario.
No estar con nadie no significa tener la autonomía emocional de tu vida. Muchas veces eso te termina haciendo aun mas esclavo. Y ni hablemos si te vienen los mambos mentales como me pasa a mi que no quiero estar con nadie, pero no quiero estar sola, pero no quiero enamorarme porque la gente que se enamora se pone de novia, y cuando estas de novio tenés una vida aburrida, pero no quiero ir al cine sola, pero tampoco quiero que me acosen, y menos que menos quiero que me hagan pasar papelones románticos, pero si no me contestan un mensajito y no me demuestran un poquito de interés me sale un fuego interno que incita a pegar patadas ninjas voladoras. Uno simplemente no puede andar por la vida solo, ni todo el tiempo, ni todos los momentos. Hasta Tom Hanks tuvo a su Wilson y no sabemos lo que hacían detrás de los arbustos. 
Menos aun los seres que se creen superiores al resto porque no van por la vida con traje y corbata. Quiero decirles algo: Mi papá anda por la vida sin parecer un muñeco de torta y tiene mas responsabilidades que un boludo que trabaja vestido de pingüino en un bufete de abogados llevándole el café a la conchuda que tiene de jefa. (sin ofender a la gente que labura en ese rubro va esto por supuesto). Ni hablar de que el tipo se la banca tanto que se pone el traje para las cosas que realmente importan, como el cumpleaños de 15 de su hija o el egreso del colegio.  Las apariencias a veces nos engañan. Que viajes por todo el mundo y no tengas un trabajo fijo no te hace más libre que yo. Que no tengas un horario fijo puede hacerte el más dependiente de la vida.  Todo depende desde el ángulo donde se mire el tema. El libre albedrío se suele asociar a una conducta sin ataduras, sin dar explicaciones, sin rendir cuentas, sin tener obligaciones, solo haciendo valer los derechos. Déjenme decirles que justamente no se trata de eso, sino de ELEGIR. Preferir una cosa antes que otra. Tener los fundamentos para hacerlo. Tener las justificaciones para realizarlo. Sobre todo, hacerse cargo de las consecuencias que eso va a traer. Eso es ser libre. Saber lidiar con los efectos de los actos.
Otro síntoma de libertad es saber renunciar. No de manera estupida y no a todo. Saber en que momento hay que hacerlo y no dudarlo. Plantarse. Decir “hasta acá llegue”. Solamente puede pasar cuando se toma una decisión. Renunciar a un trabajo, renunciar a un vicio, renunciar a una felicidad momentánea, renunciar a la reputación, renunciar. Pero volviendo a los antónimos de la vida, también se puede ser libre teniendo horarios, un trabajo, una relación. Todo siempre y cuando se lo elija.
Renunciar a no renunciar es la más complicada de todas.  Si se lo piensa un poco creo que es la situación más compleja. Porque hay que disciplinarse a uno mismo. Hay que saber decirle chau a la necesidad de seguir diciendo hola. Desistir de no desistir nunca. Tener la libertad para decirse a uno mismo que no siempre hay que decir que si….

jueves, 19 de abril de 2012

Deje su mensaje despues del pip

Hablemos un poco de la cuestión relacionada a “una vez que no te tengo, te trato bien”. En realidad hablemos es un poco ambicioso en este caso, simplemente voy a ser yo escribiendo como siempre mientras el que esta del otro lado se apropia de lo que digo con todo el permiso del mundo.

Volviendo a la cuestión principal.. ¿Qué necesidad hay en demostrar todo cuando la decisión ya se tomó? El buen trato aparece tarde. No se como será en la vida de otras personas, pero en la mía, cuando es tarde no hay película ni guión hollywoodense que lo salve. El primer paso esta en tomar la determinación de hacer las cosas. Ir y decir “hasta acá llegue”, “te doy de baja”, “no te doy mas cabida”. Cuesta demasiado pero se siente cierta libertad cuando se hace. Si se aplica a un laburo o a un tema de responsabilidades de la vida de personas adultas (cosa que claramente yo no soy) hay que tener el coraje de dejar pasar una oportunidad que te hace 10% feliz y 90% la loca de mierda, destrozada que llega a su casa y no quiere existir. Todo por el miedo de estar sintiendo que te perdes algo. Decirle chau a una situación es a veces más difícil que decirle hola. De repente un día explotas y te vas. Porque como dijo el sol “no me gusta lo que produce en mi”. Ni un trabajo, ni una persona. Ahí es más complejo.

Entonces ¿Cómo haces para decir “no puedo mas” cuando las ganas te ganan mas que la voluntad? A veces terminas haciendo cosas irracionales. A veces gastas más dinero del que quisieras. A veces esperas que te den un beso en la espalda cuando ni siquiera te dan la mano. No es por miedo a quedarse solo, no es por miedo a no trabajar nunca mas. Es por el simple hecho de sentir que si esto no esta, no va a haber otra cosa. Una vez tuve una relación así. No quiero repetirla. No quiero las cosas que producen en mi lo que no soy. ¿De qué te sirven 10 minutos de felicidad si el resto del tiempo las cosas no fluyen? Las minitas encima tenemos la manía de fantasear. No se confundan, la época del príncipe azul que nos salve de todo ya se termino hace rato. Nuestra imaginación nos hace querer que las cosas sean de una manera, y la mayoría de las veces eso no coincide con la realidad. Entonces nos agarra el conflicto. Porque.. si yo creo, siento, quiero y espero que sea rojo… ¿Qué hace este pelotudo siendo azul? ¿Es un pitufo acaso? ¿por qué este trabajo no es lo que yo quiero que sea? ¿Por qué no soy una actriz famosa que vive en Londres y trabaja 3 semanas al año? Porque mi vida es otra. Entonces hasta que no aceptas que las cosas no son como queres o pensas que podían ser, no dejas de frustrarte. Por supuesto que hasta que no nos caemos en el pozo depresivo, no puteamos como si estuviésemos en la cancha, no estornudamos sin parar porque nos enfermamos de decepción, no paramos. Déjenme decirles que la desilusión es tan gigantemente molesta como un dolor de ovarios, de esos que te retuercen. Ni hablar de aceptar que te equivocaste. Me equivoque en aceptar esta posibilidad, me equivoque en creerte, me equivoque en no ponerte limites, me equivoque en no decir las cosas cuando correspondían, me equivoque en seguirte la corriente, me equivoque en no decir no, me equivoque en ir, me equivoque en dejarte venir, me equivoque en pretender que eso era normal, me equivoque en esperar que la gente saltara a mi favor, me equivoque en pensar que significaba algo en un contexto que te pasa por encima. Menos mal que a veces se decir HASTA ACA LLEGUE.

Ahora me pregunto…¿Qué hacemos con el desencanto que sentimos? Cuando la realidad pisotea a la fantasía y nos damos cuenta que estamos meando fuera del tarro. Cuando la vida nos aplasto y nos dejamos aplastar. Cuando todos los planes que tuvimos en 6 meses de introspección y relajación se fueron volando. Este es un gran dilema. Ya no tengo ganas ni edad para dejarme estar. Ya no tengo edad ni ganas para que me pase por encima. Ya no tengo edad ni ganas de mirar para otro lado y no resolver. Por el momento espero irme de viaje.

De todas maneras hay una cuestión que surge en todo este mambo de palabritas. ¿Qué hago con todo eso que siento? Porque pararse en seco y mirar hacia el cuore te puede llevar hacia 2 caminos: cerrar con llave la puerta y vivir la vida a través de la mirilla o dejar abierta y declararle la guerra a las cosas inexplicables…

lunes, 26 de marzo de 2012

Reglas para entender a Julieta (segunda sesión)

Como cambian los peinados también cambian las necesidades. Por eso mismo ahora pretendo mas cosas de las anteriores. Alguna vez hice una pequeña descripción de cómo me gustaría que sea la relación que se desarrolle entre mi persona y mi amor. Pero, así como te empieza gustar el helado de frutos del bosque y te deja de gustar el de vainilla porque creciste, algunas cosas ya no son suficientes. Acá les va entonces una guía de mis deseos actuales.

Me gustaría que me trates como una princesa. No significa que me des todos los gustos y me cumplas los caprichos. Que mala reputación tienen las princesas hoy en día. No quiero un cuento cual película de Disney en vhs, quiero que me trates como me merezco. No un día y no todo el tiempo. En la justa medida. Los pequeños gestos diarios hacen a las grandes hazañas. Cociname una cena solo porque si y no te acuerdes de los aniversarios. Traeme un café a la cama y yo te lo voy a llevar al día siguiente. Escribime un mensaje contándome un chiste cuando estoy volviendo cansada en el bondi. Tratarme como princesa, como veras, no es ser un pollerudo que me regala el mundo. Es simplemente hacerme sentir importante aunque no tengamos castillo y solo estemos parados en una baldosa.

No me ignores. No me acoses. Acordate de mi cuando te acuerdes y hacemelo saber. Un mail es tan agradable como un llamado por teléfono. Un beso en la frente cuando estamos en público es mas significativo que una caminata de 10 kilómetros de la mano. Un “tenés razón” en publico es mas que mil kilos de chocolate (aunque los 1000 kilos de chocolate nunca vienen mal eh!). No pretendas que haga cursos de telepatía para entenderte. A pesar de ser mujer soy simple. Si no me hablas, no te intereso. Si me hablas, te intereso. Si nos vemos es porque tenemos ganas de vernos. Si no nos vemos es porque ya no hay beneficio.

Aprende que cuando digo “chau” lo digo en serio. Tene en cuenta que no miro atrás. Probablemente no me levante de la cama por 2 meses, pero cuando cruce de vereda date cuenta que el semáforo no va a cortar para que cruces. Te busco hasta 10 veces. La nº11 no sabes mas de mi vida. No voy a volver a buscarte. No quiero que vuelvas a buscarme si no funciono. Las segundas partes me ponen nerviosa. Ni hablemos de las terceras. Si no queres verme y se termino, decimelo en la cara. La verdad es complicada y probablemente te ponga cara de “te odio” pero siempre la voy a valorar mas que estar 3 días pensando que esta todo bien y que me dejes pagando.

Agenda que me gustan los anillos pero siempre uso los mismos. Me compro muchos pares de aros que nunca estreno. Convenceme de que no los compre o dame oportunidades para estrenarlos.

Me encanta la noche pero no la oscuridad. Me encantaba el verano pero ahora amo el invierno. Me gustan los días de frío con el sol en la cara. Vivamos nuestras vidas en un lugar que me permita tenerlos.

Me gusta la música y me gusta el silencio. Respetalos. No quiero hacer todo con vos pero si quiero que seas parte de todo. No somos una sola persona pero podemos tener el mismo mundo….

miércoles, 29 de febrero de 2012

Auroras boreales

La teoría del lado de la cama. Desde el vamos pasar de una cama de una plaza a una de dos es todo un tema. Aprender a desparramarse de otra manera mientras dormís tiene toda una técnica. Entonces si de por si es complicado arreglárselas con uno mismo cuando aparece otra persona la cuestión se convierte en un problema físico-matemático que no te deja en paz. No solo vamos al hecho de que después de estar acostumbrada a dormir en posición L (con la cabeza en la almohada y las piernas atravesando toda la cama en un ángulo de 90º) tenés que acostumbrarte a hacer una coreografía con otra persona para que ninguno de los dos se moleste; también está el temita de qué lado duerme cada uno. Por imitación puede ser que esté adiestrada a depositar mi cuerpo en el mismo lado que mi madre lo hace, o puede ser por la proximidad a la mesa de luz atípica que tengo. No es algo que pueda explicar con palabras pero ese lado es MIO.

Como en el fondo soy minita y todas tenemos nuestro lado Cosmopolitan hay algunas señales por las cuales mi vida se rige. Un poco arbitrariamente y un poco porque la experiencia me lo ha demostrado, hay detalles que te hacen preveer como serán las cosas a futuro. Tener un deja vu porque estas saliendo con un pibe que te lleva en la primera y segunda cita a los mismos lugares que tu ex puede significar dos cosas: 1º que ese era el camino pero te equivocaste de persona, o 2º te esta avisando que no solo estas siguiendo un patrón de persona y comportamientos sino también que va a ser tan pelotudo como el otro pibe. Así también nos fijamos en el color de ropa que teníamos puesto el día que lo conocimos y si todo resulto bien pero te separaste porque fue de mutuo acuerdo, le pones todo el énfasis a la vida cuando volves a ponerte esos colores para una salida. Del mismo modo, cuando ese vestido que tenías incrustado la noche en que lo viste chamuyarse a una mina en tu cara vuelve a estar atado a tu persona, misteriosos acontecimientos empiezan a pasar. Entonces terminas sola sentada en tu cama comiendo lo que encontraste en la heladera, a las puteadas y mirando una película a las 6 de la mañana jurando que no vas a volver a ponerte ese vestido.

Algo así me pasa con el lado de la cama. Es mi señal. Sea mirando tele o durmiendo si la persona ocupa mi lugar hay algo que no esta bien. Después de salir 1 año y medio con un pibe que tenia una complicación existencial con este asunto porque se sentía menos hombre si yo dormía de ese lado, aprendí que las cosas hay que mirarlas en detalle. En su universo que yo durmiese del lado que en su casa parental lo hacia su viejo le daba la sensación de que se disminuía su hombría. Todos tenemos nuestros problemas, lo se, y gracias a esto aprendemos de las locuras ajenas. A mi me sirvió para darme cuenta que cada vez que me pase una situación de cama, el lado donde quede va a determinar cuanta atención le tengo que dar a la persona.

El problema se traduce en ¿Cómo le explico que me esta babeando mi almohada? He intentado de maneras sutiles, groseras, violentas, simpáticas, irónicas. Algunas de esas veces la persona se corre y me deja mi lugar. Otras se me ríe en la cara. Pero una sola vez la cosa fluyó naturalmente. Una sola vez me desperté de mi lado sin haber pedido nada. Una sola vez no tuve que idear una estrategia cual guerra de trincheras para adueñarme de mi espacio y mi almohada. Una sola vez no me sentí tan maniática como mi ex y su problema del lugar de la cama. Aunque todo esto parezca un delirio místico nacido de reflexiones de after office, mi manual de revista femenina y mi sensación interna me hacen pensar…no será que una vez en la vida alguien también quería su lugar y no era el mismo que el mío?...

miércoles, 8 de febrero de 2012

Maquillaje que se corre con el agua


Me enferma ser tan minitah algunos días. No esos días, fisiológicamente hablando, sino los días donde me acoplo al género. De repente me encuentro con delirios celotipicos con motivos totalmente inaceptables…ni hablemos de que los fundamentos de tal conducta proceden de cosas totalmente irrelevantes. Para ser una persona que no es celosa, tener que bancarse un día de descontrol emocional es bastante agotador. Busco excusas para justificar mis pensamientos y por qué me enojo de tal manera con una situación o varias que no deberían ni moverme una pestaña.
De la nada se te apretuja el corazón y tenés ganas de llorar. ¿Por qué corno vas a llorar si no tenés motivos? La bipolaridad o extremos anímicos se evidencian. A la mañana estaba feliz como una lombriz (aunque hay que preguntarse como son las lombrices felices antes de hablar tan livianamente, creo yo) y de un momento a otro pasas por la bronca o por la tristeza absoluta.
Tráiganme chocolates. Bueno no, chocolates no más no. Papas fritas también, una hamburguesa, un asado, una noche en la cordillera, unas vacaciones divertidas, un viaje al otro lado del mundo…Claramente la ansiedad se apodero de mi persona.
No logro que los lentes queden limpios. Estoy todo el día en la computadora o leyendo cual lisa Simpson y tengo los anteojos para atrás. Apreto un poco mas el papel cuando lo limpio, lo paso suavecito, agarro una tela, le pongo salsa de tomate…nada! Siguen cochinos. “Será hora que los vayas cambiando” dijo Laisa. “si debería cambiarlos, como varias cosas en mi vida como la comodidad de las situaciones con las que venia viviendo”. ¡Que existencialista que me ponen un par de cristales…bue…de vidrios con antireflex!
Siguiendo con la caracterización de los momentos sensibles, que me darían un Oscar por lo bien que me sale este papel, puedo hablar sobre lo que quiero y no quiero. “te falta un amor” me dijeron el otro día. No, no me falta un amor. Si voy a tener a alguien al lado que por lo menos me invite al cine o a bailar rock de los ’50 que me encante. No quiero un amor, ni tampoco quiero EL amor. Quiero alguien se ria un poco mucho de lo ridículo que puede ser el amor. Bueno, como verán en estos días de minitah me agarra la cursilería. Dame un fernet rapidito y pongamos futbol, así lo sobrepaso rapidito.
“¿Qué harías si pudieses cambiar el curso del tiempo?” o algo así leí en un titular de una revista. Ya no me acuerdo si de papel o digital, con esto de que tengo la geta pegada a la compu todo el día ya no distingo soportes. Volviendo al título, no se si tengo ganas de pensar que haría con el curso del tiempo, si lo tomaría en clases, rendiría exámenes. Tampoco se si tengo ganas de ponerme a pensar en eso si en la pagina o espacio programado webisticamente me recomienda como hacer que mis comidas tengan menos calorías usando un edulcorante con gusto a pasto.
Hablando de comidas y esas cosas ¿es tan necesario que los kilitos de mas no se vayan? Ya que estoy en esta postura de mujer psicótica leedora de Oh lala!, Cosmopolitan y consumidora incuestionable de Sex and the city voy a hacer mi reclamo sobre la cuestión del peso. Me morfo todo y sigo igual, me muero de hambre y sigo igual. ¿QUIEN TE ENTIENDE? Mientras me saco el esmalte de las uñas para tener unos gramos menos organizo una cena con gente amiga.
Hablar o no hablar con las personas. Esa es la clave en toda esta cuestión. Esa regla de “si no me habla, no le hablo” es tan hiriente que nos encanta seguirla. El tema del orgullo dicen todas. Yo en mis días de persona común, o por lo menos en mi mundo común, no me comporto así. He sufrido varias situaciones que hoy me dan risa gracias a mi sinceridad. Sobre todo a las 5 de la mañana. Pero eso es tema viejo. Ahora con mi personalidad de nena no me sale. De repente te habla alguien que hace siglos no te interesa y te sentís un poco bien porque te chamuyen. Aunque yo les recomendaría que duden de las intenciones de los tipos que no dicen nada y dicen todo. Llamarlo por teléfono o mandarle un mensajito, enviarle una paloma mensajera o aprender a hacer señales de humo. Si le hablo soy una desesperada y si no le hablo parece que me importa poco su presencia en el mundo. ¿Por qué hoy estoy tan minita?
Lo único que me falta ponerme a escribir un diario y contarle mi vida cotidiana…oh wait! Ya lo hago con un blog…

miércoles, 1 de febrero de 2012

No use este tomacorriente


La cuestión de armar o no armar un bolso, eso. Si tengo ganas o no. Loco inventen la teletransportación. Tengo unos días de hinchadez de pelotas, ovarios y hasta pestañas. "te vino?". NO PELOTUDO, soy un ser humano complejo, con muchas conexiones cerebrales que atraviesan todo mi ser, sentimientos que surgen de un momento a otro sin que yo tenga control, y la falla en la capacidad de la razón para poder articular en palabras y conceptos porque es que QUIERO MANDAR A TODOS AL CARAJO.
Me fui de vacaciones a la playa. Fuimos ese grupo antisocial que no le da bola a nadie, solo me levantaba para mirar al pibito que es 3 años menor que yo y que siempre me pareció lindo. Venia a chamuyarme para darme entradas gratis al boliche básico que había en la ciudad. Lo conocía de otros lados, espero que nunca se avive que me conoce a través de mi ex porque ahí si que vamos a tener problemas.
Dormí 4 noches en carpa. Bueno, "dormí". No, no me fui de fiesta. El día que llegamos había sombra en ese lugar. Si, a las 4 de la tarde.
A las 10 de la mañana era un sauna. Nos despertábamos como si nos hubiesen estado asfixiando con una bolsa biodegradable. Ni hablar del hecho de que estábamos durmiendo en CULO. Bueno, no tan así, digamos que estábamos en ropa interior con remeras apoyadas en nuestras partes mientras la mitad del cierre de la carpa permanecía abierto toda la mañana y nuestros vecinos (los hippies roñosos que dejaron unas tortafritas 3 días en un jarrito, al aire libre con calor y arena) nos miraban a través de los cristales de sus gafas de sol.
Para la 3era noche ya no había que darnos explicaciones de nada, nos entendíamos con  unas señas. Yo levantaba la cabeza y le decía “ahí, si ahí” a mi mejor amiga y ella sabia que tenia que bajar el cierre. O miraba para el costado y atándome el pelo daba a entender a la chica de las uñas largas que era hora de que nos vayamos a bañar juntas. Si uno tiene la mente en cualquier lado, estas escenas pueden parecer sacadas de una película clase B. Yo los dejo a su criterio.
Lo bueno que tienen las vacaciones (que son realmente vacaciones y no esos pseudo periodos de tiempo donde la gente se hace la que “esta relajada y zen con la vida” pero después se enoja hasta porque no encuentra el cortaúñas, se amontona en los lugares populares para hacer lo que hace todo el mundo y encima se queja de que el otro este haciendo lo mismo que ellos) es que uno se aleja de los conflictos. Aunque te persigan, aunque establezcan un hilo invisible con la distancia y tiempo, uno introduce su cara en un libro y la vida se transforma en una articulación de palabras y escenas mentales.
Además te comes todo lo que pasa por delante tuyo.  - ¿Qué hiciste hoy? – Nada, me levante y comí, y después comí, y después comí un poco mas…ah y también comí- Uno después se pregunta como es que no le entran los pantalones que se compro hace 3 meses. También en esta época aparece una dieta a base de una bebida espirituosa que nos alimenta el alma, la panza y las borracheras. Que es perfecta a la hora de cenar  y de madrugada, pero que es más perfecta en plena playa a las 5 de la tarde. Por si no se dan por aludidos, vayan al súper que fui hoy y fíjense a que botellas que empiezan con BRAN y terminan con CA les pusieron alarmas individuales para evitar los robos.
Las consecuencias de este periodo se evidencian en los cortocircuitos cerebrales que se producen en mi ser. Desde no entender un chiste de un librito de nenes de 4to grado a no saber si hablarle a las personas porque es demasiado trabajo explicar que carajo estas haciendo de tu vida. Mucha gente no entiende que sentirse productivo no pasa por estar ligado a las exigencias de un trabajo o de una pareja, pasa por revolverse el interior de la cabeza y definir como queres vivir la vida. Pero claro, no todo el mundo tiene la fuerza de voluntad para hacer algo así. Entonces mejor ir a decirte que lo que vos haces y pensas es idiota y solo una forma de existencia es la valida. Yo digo a todo eso que soy de las que se atan los cordones de las alpargatas y le quitan dramatismo a los huracanes…