miércoles, 4 de junio de 2014

Estructuras y un poco más

Me enamoré a primera vista (que es como suelo enamorarme) del pibe que entraba a su turno de terapia después que yo. No tiene nada que ver con nadie que me haya gustado alguna vez pero igual no pude evitar embobarme, bajo la mirada cautelosa de mi Sr. de la cabeza. Luego de 20 metros una sensación de confusión arribó a mi cerebro…suponiendo que pudiese conocerlo, que sea el amor de mi vida, que sea la persona que cumple con todos mis ideales…¿estoy dispuesta a dejar a mi mágico psicólogo por él? Porque la ética profesional no lo dejaría atendernos a los dos. Y en ese caso, quién estaría dispuesto a dejar terapia? Eso sería motivo de reproches in eternum? Menos mal que el pibe ni me registró.

Pongamos en claro que algunas personas nos generan sensaciones, porque hablar de sentimientos implica involucrarse de manera más profunda y a veces no hay tiempo ni predisposición para hacerlo. Es en estos casos donde nuestro vínculo con alguien nos genera cosas interiormente (que se traducen en: ¡Que linda estas!) pero que no dependen de emociones fuertes. A veces, algunas personas, complementan procesos propios que habíamos empezado a transitar y ellos son el fosforo que enciende la fogata (aunque esto suene a disco de Ricardo Arjona). Hay que saber diferenciar cuando queremos a una persona de cuando queremos que ese ente, que nos proporciona recursos,nos siga acompañando en el transcurso de las situaciones. Y ¿qué pasa cuando ese acompañante nos abandona de manera unilateral? Frikeamos groso, no porque el desamor nos empañe la vida, ni porque lloremos con canciones tristes, sino por el simple hecho de que nos soltaron la mano en el medio del camino. Porque un amor no correspondido a veces es el sencillo enojo de que hayan sacado el plato de la mesa cuando todavía estabas comiendo.


Después de cruzar el semáforo, mientras debatía con mi misma el alta forzosa de la psicología, entendí que no siempre es necesario traer una grúa para mover las cosas. Esa resistencia al cambio siempre me da la imagen de una hormiga tratando de llevar en un carrito a un elefante. De vez en cuando podemos contentarnos con encontrar la llave que va a prender ese motor, que va a hacer que el vehículo llegue a destino. A veces solo hace falta un paso para salir de la cama cuando hace frio. Por momentos sólo necesitamos apretar un botón para que todo lo que parecía muerto, saque la mano de la tumba (como Michael en Thriller) y nos haga bailar la mejor coreografía de la historia.

lunes, 12 de mayo de 2014

Extravagancias de souvenir

Porque hay verdades irrefutables, también es verdad que los brillos se llevan con dignidad o no se llevan. Porque también las mejores ideas se me ocurren en la ducha y no cuando tengo un papel a mano. Porque siempre que pienses que dejaste de necesitar a alguien, de repente te encontras mirando a qué hora se conecto por última vez.
Porque si queremos podemos, y las mujeres hemos demostrado…o por lo menos las lunáticas de mis amigas y yo, que se puede tener vejiga de elefante con tal de que no abra los ojos. Porque somos capaces de comprar un pack de 6 botellas de agua, por las dudas.
Porque si hay una verdad irrefutable es la que dice que la gente como uno vive con un “por las dudas” en la billetera. Porque por las dudas me lavo los dientes, porque por las dudas limpio la bañera (o no, y te encontras con que el “amor de tu vida” llega de jugar un partido de futbol cuando viene a visitarte por segunda vez y quiere darse una duchita…y vos muy con la conciencia tranquila porque le pasaste cif hasta a al mismísimo jabón, te das cuenta al día siguiente que el pobre pibe tuvo que sobrevivir al efecto “piletita” por la culpa de la caída de tu pelo y el pseudo tapon que se hizo en tu bañera blanca. Y casi moris de infarto, pero pasan 4 años y te reis a carcajadas mientras te tomas un vino con una amiga)
Y mientras nosotras nos auto-infligimos tratamientos de belleza express, o invitamos a una amiga amablemente a que baje por la escalera, o le ponemos perfume a las sabanas, o nos compramos ropa interior bonita, ellos se desmayan a ronquidos y panzas que suben y bajan. Atraviesan toda la cama sin importar el poco espacio que nos hace dormir momificadas. Porque nunca notan si tenemos rímel al despertar o las uñas pintadas de los pies.

“Porque sos demasiado considerada” me dijeron el otro día, por eso debe ser que no importa cómo encare el camino siempre termino chocada contra un árbol y el seguro no me cubre daños materiales ni emocionales. Aunque la esperanza y las ganas de seguir nunca se pierden, no debemos confundir terquedad con fortaleza. Esto es o no es. Porque a veces está bueno decidir que las cosas son blancas o negras. Porque “la tercera es la vencida”, pero quién y cómo determina cuando empieza y termina cada vez? A mí no me sale. Porque no es lo mismo arrastrarse que demostrar interés. Porque no es lo mismo esperar a alguien con la puerta abierta de tu casa y con una sonrisa que despedirlo diciendo que no va a pasar nunca más…aunque ni vos te lo creas.

domingo, 30 de marzo de 2014

Relatos del mas allá

Porque a veces no alcanza con que se te mueran personas amadas en 6 meses, ni que apuestes a alguien que te deja pagando…el fernet en la barra y se va a tomarlo con otra. A veces sucede que también juega tu equipo y pierde porque si, y vos escribís un posteo después de 200 años recién salida de la ducha, despeinada, comiendo una galleta de arroz (con sal que no es salada).  Puede pasar también que estés lavando la colección de vasos de colores que incorporaste a tu casa y sientas agua en los pies. Claramente no te hiciste pis (o eso crees), y cuando miras hacia abajo, una corriente de un liquido negruzco atraviesa tu cocina y llega hasta el living. Y cuál es la consecuencia?... después de 2 horas de proceso que incluyeron a un destapador oficial de cañerías y tus manos llenas de grasa, te das cuenta que estuviste con la ventana abierta y el culo para arriba apuntando a los vecinos con un short que se te bajaba y dejaba poco a la imaginación.  Menos mal que no me pinté las uñas, porque ahí sí que me hubiese enojado con intensidad. Parece un detalle menor pero con lo que me cuesta lookear la mano derecha, esto hubiese sido una tragedia.

Hablemos de que la tecnología cada vez mas es un invento de la era paleolítica y nos hicieron creer que era el futuro. Mi teléfono debe estar andando mal, porque no me llamó en todo el día. Esto de llegar a una edad donde no sos grande ni chico, y ver que la gente alrededor tuyo empieza a convivir, empieza a casarse y vos no salís de las conversaciones con caritas de whatsapp, genera una especie de replanteo existencial (que obviamente termina en el momento en que ves los zapatos perfectos para el nuevo vestido que te compraste).
Como la ley de la vida, o por lo menos de la mía es el extremismo, puedo pasar de tener un total desinterés (o ni siquiera notarlo) a querer todo junto. Antes no utilizaba aceite de oliva, hoy lo pongo hasta la sopa. Antes no pensaba en decorar una cajonera y hoy no puedo contemplar ese mueble sin algún tipo de arreglo. Viniendo al caso, pasé por una pinturería (y después de que el vendedor quisiera levantarme con frases de sabina) logré que me mostrara unas mini latas de pintura blanca. En qué momento de la existencia humana una lata pasó a costar lo que cuesta una lata. Es pintura blanca, es algo aburrido, es…algo que necesito.


Porque a veces necesitamos un poco de estabilidad. Un poco de blanco en los muebles y manteles celestes de lunares que sean compartidos mientras comes una tostada. Para mí la estabilidad es un café a la mañana. Pero no hay que confundir la estabilidad con rutina (cosa que me cuesta bastante desde que tomé conciencia de lo que es el automatismo), uno puede tener una soguita al costado del puente mientras cruza las cataratas del Iguazú. Es saber que el shampoo que compras te deja el pelo como lo queres, lo necesitas y lo sabes llevar…como una leona.

domingo, 26 de mayo de 2013

Al final de la calle, por la autopista...


La estupidez es una forma de denominar al retraso mental que sufre una persona y también se puede clasificar a la conducta que tiene un ser humano de inteligencia normal. Cualquiera sea el caso es algo que aparentemente yo hago muy seguido. No es una forma de victimizarme y no tiene que ver con la baja autoestima, simplemente es autocrítica o critica constructiva.
La estupidez puede ser una forma de vida. Todos en algún punto de nuestros días tenemos la tendencia a comportarnos de manera tonta. Siempre hay una temática que nos tara el cerebro y es ahí donde nuestras neuronas se chocan entre si como autitos de un parque de diversiones. Resulta que esto es peligroso cuando afecta a otras áreas de nuestra vida y es ahí donde se genera el problema. Porque mientras uno es idiota en una pequeña parte de su existencia pero el resto de la maquina sigue normal, no hay peligro de que todo termine como Chernobyl o Fukushima. Sin embargo, a veces dejamos que la estupidez se adueñe de cada paso y cada decisión que tomamos. Y no solo nos pegamos contra una pared sino que volvemos a hacer el  mismo camino esperando resultados distintos. Algunas veces nos acostumbramos tanto a la estupidez nuestra y de los otros que nos encerramos en un cuarto que tiene 4 paredes pero que también tiene una puerta. Y no la vemos, por más esfuerzo que hagamos no está frente a nuestros ojos. Hasta que un día te pegas muy fuerte contra esa pared (justo esa, que tiene los mejores cuadros, que tiene el poster del chico que te gusta, que tiene todos esos títulos que queres obtener, esa que esta pintada de tu color favorito) y después de un mareo seguido de desmayo, te das vuelta y ves el picaporte. Ahí, no hay vuelta atrás. Ya entendiste donde está la salida y ese cuarto deja de ser un bunker. Siendo realistas, encontrar la puerta no significa que salgas a la calle…puede ser que te metas en una habitación nueva, pero por lo menos la que dejaste atrás puede convertirse en el deposito al que solo entras cuando tenés que buscar la escoba para barrer los nuevos cuartos.
Después de deducir todas estas cosas mientras me tomaba un café de cadena internacional con mi amiga, sentadas en un banco de una plaza, me di cuenta que podía enumerar las situaciones en las que me ocurren cosas de estúpida. Claramente, si puedo distinguirlas, puedo cambiarlas, pero eso requiere tiempo…darse el tiempo y pasar por el proceso de rehab.
En primer lugar, soy bastante estúpida a la hora de elegir la comida cuando estoy pidiendo al delivery o estoy en un restaurante. Siempre elijo algo que quiero comer pero que en realidad puede ser superado por algo mejor. O me pasa al revés, dudo tanto que cuando termino eligiendo en realidad no es lo que quería. Entonces termino comiéndome un risotto cuando lo que yo quería eran unos ñoquis suffle.
También soy bastante idiota para acertarle a la cantidad de leche que le voy a poner a mi café. Siempre me paso o me quedo corta, pero rara vez logro que quede del color que a mi me gusta. Porque puedo asegurar que un día que empieza a las 7 de la mañana y sabes que va a terminar a las 12 de la noche, necesita un café de color tribu africana y no una taza que sea cuasi un albino en invierno.
Siempre me pasa lo mismo, y esto creo que es una venganza de la vida por todas esas veces en que elegí el pan que tenía más manteca. Cuando estoy apurada y trato de sacar un tenedor del cajón lo hago casi sin abrirlo, tanteando sin mirar y siempre termino sacando un cuchillo. Ni hablar lo complicado que se vuelve mi entendimiento y la magnitud de idiotez que se evidencia cuando tengo que encontrar el abre latas. Mejor no investiguemos ahí.
Pero lo peor que tengo en mi rango de estupidez es la capacidad de siempre elegir vínculos que no son ni así, ni asa. Que me rompen el corazón y las pelotas sin ni siquiera llegar a la categoría de sartén sin mango…Sin embargo, cuando dejamos de hacernos una lobotomía constante y alimentar nuestra propia estupidez…siempre puede aparecer un picaporte…

miércoles, 15 de mayo de 2013

La pizza sin orégano por favor


Antes de que me agarre el alemán, y se me acabe la inspiración que me nació en la ducha, me siento a escribir. Resulta que estuve mucho tiempo pensando qué decir, cómo decirlo, siempre pensando en satisfacer a quien lea estas líneas, cuando en realidad lo que tenía que hacer era solo dejar que fluya. La solución estaba en dejar de prestarle atención a las necesidades de otros y empezar a relatar lo que yo quería.
Entonces si escribo por mi, por qué no contar un poco sobre mí.
Mientras me como una tarta policultural en gustos y tengo el partido de Boca de fondo (el cual no puedo mirar fijamente por más de 2 minutos porque la ansiedad me supera) puedo decirle al mundo que he llegado a un punto de mi vida donde me estoy redefiniendo. Si, si, así como dicen las revistas femeninas… “Reencontrate con vos misma”, “Redefinite”…ok, convengamos que nunca leí esas revistas y eso fue algo que siempre me caracterizó. Ni hablar de que nunca me interesó que decía el horóscopo del calamar sobre mi futuro amoroso y mucho menos cuáles eran los accesorios que combinan con los zapatos de moda y con los peinados de moda.
Peeero volviendo a lo anterior, eso de reencontrarse con uno mismo implica que, en primer lugar, te hayas perdido. No se como puede pasar algo así, pero yo me imagino como un niño perdido en la playa y a un adulto llevándolo en los hombros mientras aplaude toda la playa….que bien le queda la bikini azul a mi pedazo de personalidad.
Y en segundo lugar, o segundo puesto, amante…porque cuando uno es segundo se convierte en amante, reencontrarse con uno mismo implica que en algún momento hayas sabido lo que sos. En este punto yo tengo un par de problemas sobre todo por una enorme capacidad de…ser camaleónica. Un poquito porque no se como actuar de otra forma y otro poquito porque no quiero que me rompan las pelotas…o los ovarios, porque se que soy nena y eso lo puedo asegurar…aunque putee como barrabrava.  
Entonces qué mejor que encontrarse a uno mismo a través de esos pensamientos impulsivos. Como por ejemplo, estar convencido de que el amor o algunas relaciones son como el rollo de papel higiénico. Porque una vez que se terminó no intentas usar el cartón..simplemente buscas uno nuevo.
A veces me pregunto si vamos por la vida buscando las cosas que nos hacen bien o solo evitando las que nos hacen mal. Porque eso determinaría que hay transgresiones que son buenas para el animo y otras que enferman.
Mi mamá me dijo que nunca ande descalza y, por lo general, la persona con la que estoy es un plato roto en la cocina.
Ojos que no ven, corazón que no siente, por lo tanto y por carácter transitorio para que el corazón disfrute del terciopelo hay que ponerse anteojos?
Los aviones y los vínculos son iguales. Siempre hay gente metida en el medio, podes sentirte encerrado o podes sentir que te están transportando a otro lugar. Ni hablar de que una vez que se fue a pique, por más que hagas fuerza vas a terminar estrellado contra el piso.
Messi le hizo un gol a cada uno de los equipos de la liga, excepto a su propio equipo. Entonces no le hizo un gol a cada uno de los equipos de la liga, porque sino tendría que haberse hecho uno a si mismo, pero eso traería la paradoja de que haga un gol en contra, lo que generaría un vacío en el espacio-tiempo. Puff…y yo pensé que decidir entre papas fritas o puré para acompañar la milanesa era un problema grave.
Cuando uno tiene múltiples personalidades y se pelean entre ellas, hay que hacer reunión de consorcio para solucionar los conflictos? Porque si es así, voy preparando el café…

domingo, 10 de marzo de 2013

Minutos de fama


-Sabes para qué sirve terapia? Para darte cuenta que estas TAN boluda que te pondrías de novia con Calamaro. No con el salmón de “flaca”, sino con el gordo que se hace lipos.

-Cuando dos personas se encuentran en una película y el amor es lo que los une se representa con un camino que tiene 2 vías donde ellos se cruzan en el medio. Esa forma de representación deja una puerta abierta a la duda o cuestionamiento: Si el camino tiene 2 vías o 2 direcciones tranquilamente se podría seguir con el impulso y que el encuentro quede sólo en un choque de manos. O peor aún…podría pasar que por encontrarse en el medio y en distinta direcciones se queden parados sin avanzar, es decir, en la nada.

-Vos seguí caminando siempre para el mismo lado, que por mas al sur que te vayas podes terminar encontrando el norte. Y ahí no me ves más.

-Andar por la vida considerando esto:
Preguntarse algo y no darse una respuesta inmediata.
“Quiero” no siempre se contradice con un “no quiero”. A veces es opuesto de uno o mas “quiero”
Pensar es transformar. Si pienso siempre lo mismo repito, en consecuencia, no pienso.

-Cuántos chau hay que decir para dejar de sentir que tenes que decir chau. Cuántos más para querer decir chau. Y cuántos para decir ¡HOLA!

-Nunca sos un anónimo total. Siempre estas conectado a alguien. Aunque sea a vos mismo.

-Mala suerte no es que el bondi se vaya de la parada cuando estas a unos pasos. Mala suerte es enamorarse de un zombie que te come el cerebro y te deja sin energía.

-Las redes sociales arruinan la fuerza de voluntad que de por sí es transitoria.

-Pensamos en los demás porque somos generosos o para no sentirnos tan culpables de nuestro egoísmo?

-Siempre que me pongo esos zapatos llueve mucho. Debe ser que les gusta ser submarino.

-Quieras o no, siempre terminas rindiéndole cuentas a alguien en la vida.

-Esas malas costumbres de hacerme nudos en la panza y no en los cordones.

-No subestimemos lo que los demás piensan de nosotros. No sobreestimemos lo que los demás piensan de nosotros.

domingo, 30 de diciembre de 2012

Entonces...¿Qué?


Resulta que llegó el último día del año y todo estamos como locos tratando de acordarnos qué corno hicimos con nuestras vidas desde el 1 de enero de este mismo año. Empiezan los especiales de “los mejores goles del año” o “los escándalos más importantes de la tv”…y bueno, se ve que a la gente le gusta que las cosas lleguen a un final y tengan un nuevo comienzo. Ojo! Yo no me estoy quejando, ni tampoco me molesta mucho que alguien haya decidido que los días se iban a establecer de esta manera. Si tuviese que organizar mi calendario creo que tendría más confusión que los que predicen el fin del mundo.
Pero más allá de las circunstancias arbitrarias y socialmente establecidas creo que se puede analizar lo que pasó este periodo que comprendió 12 meses de mi vida. De repente pase de ser una inocente desocupada y excluida del sistema a una de esas que se levantan siempre a la misma hora para cumplir con una consigna a la que le dicen trabajo. Ok, tuvo sus idas y venidas pero que bien la estoy pasando.
Me fui para los extremos de lo más extremo con mis vínculos personales. Me arme un personaje que vendí y compraron…y que después no quise vender mas y todo se constituyo en un mientas tanto. Y hasta me llevaron al cine.
Aprendí recetas nuevas y hasta a usar el horno. Para los interesados en hacerme compañía, hago milanesas caseras.
Resolví conflictos existenciales con el sr de la cabeza para darle lugar a otros que se convirtieron en pajaritos volando alrededor de mi cabellera. Hablando de eso, decidí ir por lo sano y me corté el pelo. Si a pesar de ser mufasa con mi pelo despeinado, entré un sábado a la tarde a la peluquería y pronuncie las palabras “Quiero cortarme carre”. Casi produzco un colapso de tinturas por los aires. Pero a partir de ese momento me dijeron cosas mas lindas en la calle. Mientras que en mi futon no me decían las cosas que yo esperaba escuchar.
Y teniendo en cuenta esta cosita de que se termina el año comencé a escuchar a las personas mezclar tiempos verbales o formas de organizar las palabras. Esta época del año se caracteriza por el potencial que indica un “estaría en condiciones de afirmar que el año próximo podría darse….” Y los que tienen una determinación tan grande como la mía cuando veo un flan con dulce de leche y me lo como igual aunque tenga 200 millones de calorías. Estos casos establecen hechos, sucesos y acciones a futuro que hasta parecen del pasado por como están formulados. Estos me asustan un poco más, no porque yo sea una insegura de las decisiones… ah no para, eso si lo soy, bueno no es por este motivo, sino que para cada determinación tomada un 31 de diciembre por una persona puede afectar a los caminos de las 7 mil millones de personas que existen en el mundo. Entonces yo voy a levantar mi copa a las 00:00hs mientras tengo el asado en el plato todavía y voy a brindar porque estaría en condiciones de decir que el año que viene podría estar dispuesta a….irme de viaje y que te vayas conmigo.