lunes, 23 de abril de 2012

Cortito y al pie


Hablemos un poco de esas hermosas contradicciones que se encuentran ocultas bajo la piel de las personas o atrás de sus cerebros, o sea en su pelo que es la parte de atrás de la cabeza.
Muchas personas van por la vida diciendo que son libres. Libres porque no están con nadie, libres porque viajan a donde quieren, libres porque abandonan todo y a todos con tal de seguir un sueño, libres porque no dependen de nadie, libres porque no cumplen con sus deberes, libres porque no tienen responsabilidades que les generen estrés, libres porque se pueden construir una casa en un árbol y vivir ahí toda su vida como Tarzán, libres porque ni siquiera usan ropa interior. Bueno déjenme decir algo respecto de ese tipo de gente. No son nada libres. No son lo que piensan. Simplemente son todo lo contrario.
No estar con nadie no significa tener la autonomía emocional de tu vida. Muchas veces eso te termina haciendo aun mas esclavo. Y ni hablemos si te vienen los mambos mentales como me pasa a mi que no quiero estar con nadie, pero no quiero estar sola, pero no quiero enamorarme porque la gente que se enamora se pone de novia, y cuando estas de novio tenés una vida aburrida, pero no quiero ir al cine sola, pero tampoco quiero que me acosen, y menos que menos quiero que me hagan pasar papelones románticos, pero si no me contestan un mensajito y no me demuestran un poquito de interés me sale un fuego interno que incita a pegar patadas ninjas voladoras. Uno simplemente no puede andar por la vida solo, ni todo el tiempo, ni todos los momentos. Hasta Tom Hanks tuvo a su Wilson y no sabemos lo que hacían detrás de los arbustos. 
Menos aun los seres que se creen superiores al resto porque no van por la vida con traje y corbata. Quiero decirles algo: Mi papá anda por la vida sin parecer un muñeco de torta y tiene mas responsabilidades que un boludo que trabaja vestido de pingüino en un bufete de abogados llevándole el café a la conchuda que tiene de jefa. (sin ofender a la gente que labura en ese rubro va esto por supuesto). Ni hablar de que el tipo se la banca tanto que se pone el traje para las cosas que realmente importan, como el cumpleaños de 15 de su hija o el egreso del colegio.  Las apariencias a veces nos engañan. Que viajes por todo el mundo y no tengas un trabajo fijo no te hace más libre que yo. Que no tengas un horario fijo puede hacerte el más dependiente de la vida.  Todo depende desde el ángulo donde se mire el tema. El libre albedrío se suele asociar a una conducta sin ataduras, sin dar explicaciones, sin rendir cuentas, sin tener obligaciones, solo haciendo valer los derechos. Déjenme decirles que justamente no se trata de eso, sino de ELEGIR. Preferir una cosa antes que otra. Tener los fundamentos para hacerlo. Tener las justificaciones para realizarlo. Sobre todo, hacerse cargo de las consecuencias que eso va a traer. Eso es ser libre. Saber lidiar con los efectos de los actos.
Otro síntoma de libertad es saber renunciar. No de manera estupida y no a todo. Saber en que momento hay que hacerlo y no dudarlo. Plantarse. Decir “hasta acá llegue”. Solamente puede pasar cuando se toma una decisión. Renunciar a un trabajo, renunciar a un vicio, renunciar a una felicidad momentánea, renunciar a la reputación, renunciar. Pero volviendo a los antónimos de la vida, también se puede ser libre teniendo horarios, un trabajo, una relación. Todo siempre y cuando se lo elija.
Renunciar a no renunciar es la más complicada de todas.  Si se lo piensa un poco creo que es la situación más compleja. Porque hay que disciplinarse a uno mismo. Hay que saber decirle chau a la necesidad de seguir diciendo hola. Desistir de no desistir nunca. Tener la libertad para decirse a uno mismo que no siempre hay que decir que si….

jueves, 19 de abril de 2012

Deje su mensaje despues del pip

Hablemos un poco de la cuestión relacionada a “una vez que no te tengo, te trato bien”. En realidad hablemos es un poco ambicioso en este caso, simplemente voy a ser yo escribiendo como siempre mientras el que esta del otro lado se apropia de lo que digo con todo el permiso del mundo.

Volviendo a la cuestión principal.. ¿Qué necesidad hay en demostrar todo cuando la decisión ya se tomó? El buen trato aparece tarde. No se como será en la vida de otras personas, pero en la mía, cuando es tarde no hay película ni guión hollywoodense que lo salve. El primer paso esta en tomar la determinación de hacer las cosas. Ir y decir “hasta acá llegue”, “te doy de baja”, “no te doy mas cabida”. Cuesta demasiado pero se siente cierta libertad cuando se hace. Si se aplica a un laburo o a un tema de responsabilidades de la vida de personas adultas (cosa que claramente yo no soy) hay que tener el coraje de dejar pasar una oportunidad que te hace 10% feliz y 90% la loca de mierda, destrozada que llega a su casa y no quiere existir. Todo por el miedo de estar sintiendo que te perdes algo. Decirle chau a una situación es a veces más difícil que decirle hola. De repente un día explotas y te vas. Porque como dijo el sol “no me gusta lo que produce en mi”. Ni un trabajo, ni una persona. Ahí es más complejo.

Entonces ¿Cómo haces para decir “no puedo mas” cuando las ganas te ganan mas que la voluntad? A veces terminas haciendo cosas irracionales. A veces gastas más dinero del que quisieras. A veces esperas que te den un beso en la espalda cuando ni siquiera te dan la mano. No es por miedo a quedarse solo, no es por miedo a no trabajar nunca mas. Es por el simple hecho de sentir que si esto no esta, no va a haber otra cosa. Una vez tuve una relación así. No quiero repetirla. No quiero las cosas que producen en mi lo que no soy. ¿De qué te sirven 10 minutos de felicidad si el resto del tiempo las cosas no fluyen? Las minitas encima tenemos la manía de fantasear. No se confundan, la época del príncipe azul que nos salve de todo ya se termino hace rato. Nuestra imaginación nos hace querer que las cosas sean de una manera, y la mayoría de las veces eso no coincide con la realidad. Entonces nos agarra el conflicto. Porque.. si yo creo, siento, quiero y espero que sea rojo… ¿Qué hace este pelotudo siendo azul? ¿Es un pitufo acaso? ¿por qué este trabajo no es lo que yo quiero que sea? ¿Por qué no soy una actriz famosa que vive en Londres y trabaja 3 semanas al año? Porque mi vida es otra. Entonces hasta que no aceptas que las cosas no son como queres o pensas que podían ser, no dejas de frustrarte. Por supuesto que hasta que no nos caemos en el pozo depresivo, no puteamos como si estuviésemos en la cancha, no estornudamos sin parar porque nos enfermamos de decepción, no paramos. Déjenme decirles que la desilusión es tan gigantemente molesta como un dolor de ovarios, de esos que te retuercen. Ni hablar de aceptar que te equivocaste. Me equivoque en aceptar esta posibilidad, me equivoque en creerte, me equivoque en no ponerte limites, me equivoque en no decir las cosas cuando correspondían, me equivoque en seguirte la corriente, me equivoque en no decir no, me equivoque en ir, me equivoque en dejarte venir, me equivoque en pretender que eso era normal, me equivoque en esperar que la gente saltara a mi favor, me equivoque en pensar que significaba algo en un contexto que te pasa por encima. Menos mal que a veces se decir HASTA ACA LLEGUE.

Ahora me pregunto…¿Qué hacemos con el desencanto que sentimos? Cuando la realidad pisotea a la fantasía y nos damos cuenta que estamos meando fuera del tarro. Cuando la vida nos aplasto y nos dejamos aplastar. Cuando todos los planes que tuvimos en 6 meses de introspección y relajación se fueron volando. Este es un gran dilema. Ya no tengo ganas ni edad para dejarme estar. Ya no tengo edad ni ganas para que me pase por encima. Ya no tengo edad ni ganas de mirar para otro lado y no resolver. Por el momento espero irme de viaje.

De todas maneras hay una cuestión que surge en todo este mambo de palabritas. ¿Qué hago con todo eso que siento? Porque pararse en seco y mirar hacia el cuore te puede llevar hacia 2 caminos: cerrar con llave la puerta y vivir la vida a través de la mirilla o dejar abierta y declararle la guerra a las cosas inexplicables…