miércoles, 10 de agosto de 2011

La libertad del agobio

Bueno, la cuestión es la siguiente: después de pensar durante un tiempo en el tema duelo decido escribir. Hace una semana o dos capaz (ya no tengo noción de tiempo y espacio, estar en 1500 o en el 2356 me da lo mismo) me reí mucho con un hashtag de una de las redes sociales. La consigna invitaba a poner las cosas que te hacen notar que un duelo termina, cuando estas listo para salir al mundo otra vez. Cuando te das cuenta que eso que te daba angustia, dolor de panza, ganas de morirte, estar en la cama tapado hasta la nariz, llantos inexplicables, mirar programas de tele a horarios turbios, irte de las fiestas temprano SOLA a dormir SOLA a tu casa SOLA. No se si dejé clara la situación. Entonces qué mejor que recapitular algunos de mis duelos o “procesos” como me decía el Sr. de la cabeza. Primero vale aclarar la diferencia entre nenes y nenas. Nosotras, obviamente dramáticas como somos, hacemos duelo tanto porque terminamos una relación como porque se nos rompió una taza que teníamos ahí guardada en la alacena que nos regalo alguna tía que no vemos hace 25 años aunque tengamos 20 de edad. Es esa sensación de no tener mas la cosa, nuestro problema radica en…LA DISPONIBILIDAD. Porque siempre que estuvo ahí ni lo vimos. No sabíamos si lo queríamos, ni siquiera sabíamos si era lo que queríamos. Más o menos como hacer el duelo de una relación con un pibe con el que deberías haber cortado 6 meses antes de la ruptura oficial porque te despertabas todos los días pensando en que no eras feliz y querías otra cosa para tu vida. Los varoncitos…¿Qué hacen? SALEN DE FIESTA. Bueno, en realidad suelen juntarse con sus amigotes a jugar algunos partiditos del PES y tomarse unos fernets mientras esquivan todo lo que les produce extrañar a la minita. Su ventaja reside en que saben distraerse rápidamente, la nuestra está en la capacidad de procesar todas esas sensaciones de “dolor de panza” y dar el paso hacia adelante cuando realmente estamos preparadas. Sino, fíjense en la sección del programa que escucho todos los días a la mañana…los que llaman para recuperar a sus ex son todos nenes que se dieron cuenta 4 meses después de que los abandonaron que la joda no sirve para tapar pozos. El chocolate y el psicólogo si.

Volviendo a lo personal, soy bastante patética cuando paso por un “proceso” de perdida. Soy de las que se duerme mirando Grey’s anatomy a las 3 de la mañana después de llorar exageradamente por la muerte de un personaje totalmente irrelevante. De las que en medio de su cumpleaños tiene cataratas en los ojos mientras un amigo le grita en la cara desaforadamente “no lloreeeeeees” (con tono violento). De las que no mira la película del año porque le gustaba al pibe. De las que evita tanto escuchar cierta música que el cantante principal se enferma y ahora se siento culpable. De las que invita a un chico a su casa y lo hace dormir en el sillón. De las que se toma unas cervezas con los amigos un miércoles a las 5 de la tarde y termina borracha para la cena. De las que se manda cagadas con gente que tiene que verle la cara bastante seguido y bueno..ACA NO PASO NADA. De las que se vuelve adicta a las redes sociales. De las que empieza a comer dulce de leche del pote sin problemas. Orgullosamente soy de las que se va a la peluquería a hacer terapia (no es cosa de hablar con el peluquero, es irse a sacarse el look de seducida y abandonada) aunque a veces te cortan tan mal el flequillo que pensas “gracias por hacerme ver mas destruida de lo que mi interior podría reflejar”. También soy de las que repite NO HABLO DE ESE TEMA pero después se pasa pensando conversaciones sobre esa cuestión desde que se levanta hasta que se acuesta. Ni hablemos de que soy de esas que cantan Si te vas de Shakira a los gritos y baila ridículamente con Mr. Brightside de The killers (así como Cameron Diaz en la película que amo mirar 50 veces por año).

Pero al mismo tiempo, no se si por genética o por necesidad de supervivencia, los duelos dan lugar a situaciones mágicas. Mi primo, la genialidad de artista en persona, escribe las mejores canciones, yo escribo un blog. Uno vuelve a las pasiones. Porque las sentís con más ganas. Volves a tener planes por vos mismo. Arrancaste la maquina y no la paras, los que te siguen son bienvenidos y los que no, nos encontraremos en otro momento de la vida…y cuando termina el duelo, te das cuenta que estas cantando las canciones que antes te daban ganas de vomitar por la angustia mientras te reís de las situaciones que te hicieron mal y las cosas ridículas que hiciste…