viernes, 29 de octubre de 2010

se me esta por romper una uña

Más o menos como ser el salame de un sándwich que no esta bueno. Entre medio de una situación en la que te pones a pensar mil cosas para no dejar que el pánico entre en tu cabeza. Bueno no pánico, mejor dicho, que no aparezca rondando por ahí un “y ahora? Qué hago? Cómo explico? Y candela?”. Después me lo empecé a tomar para el lado gracioso. Mientras observaba una conversación que si se supiese como eran las cosas no seria tan amigable. Mientras miraba mis zapatillas. No tenia que tener ese calzado. Justo ese día se me ocurre estar crota. No importa la tipa es diva igual. Por lo menos los aros me rescataban. Ni siquiera make up. Más cara de muerta imposible. Muchas horas de cursada. Un día complicado, donde el técnico del calefón me dijo que me parecía a Coki, esa boluda que andaba colgada de los pantalones del rey de la televisión argentina, que por cierto alguien podría ir y decapitarlo cual Luis XVI. No lo puedo creer, un parecido con esa. Creo que por mi cara el tipo tuvo que preguntarme si nunca me lo habían dicho. Y mi respuesta tratando de no reírmele en su frente fue “ay no, igual gracias”. ¿Por qué el ascensor no es automático y no viene mas rápido? Quiero que este tipo se vaya. Era simpático aunque me trato de hueca que no sabe ni prender un fósforo. “cuando uses el agua para lavar los platos pone en el botón 2, sino el aparato se te apaga”. YA LO SE IDIOTA, QUIERO SABER POR QUÉ ES QUE SE APAGAAAAAAAAAA, DECIME SI ESTA FALLADO O ES QUE TIENE EL SENSOR ASIII!. No importa era simpaticon el señor. Me lo puedo imaginar integrándose a la conversación antes dicha. Esa en la que me sentí relleno. Podría serlo y vivir dentro de una empanada. Cuantas cosas no sabría, de cuantas no me enteraría, y por otro lado..cuantas me perdería no?.

Mi mamá me manda mensaje diciendo “hoy donde vas a estar?”. Esto significa que mis jueves pre finde o ahora sumados a la condición de joda son muy habituales y predecibles. Es algo bueno supongo. Me estoy divirtiendo. Así como cuando bailo mientras cocino. Algo que no ve nadie. Pero que me encanta. Muchas personas deben hacerlo sin decirlo, así como cantar en la ducha. Yo lo admito pero soy conciente de que no soy ninguna soprano, así que para no castigar al aire que me rodea pongo la música. También bailo ahí, si en la ducha. Mientras me lavo los dientes, como hicimos con Che el otro día. Metiendo pasos que no levantarían a ningún pibe en un boliche. Como bailamos con florero anoche. Con esa música que no entendíamos que hacia ahí. Pero las tipas siempre remándola. No bailo cuando me tomo un café. Ese que me produce sensaciones, porque me lo tomo mirando por la ventana. Que me da placer cuando llueve. Ya no me deprime. Ahora inclusive me dan ganas de salir a caminar. No lo voy a hacer porque me voy a enfermar, no estoy en condiciones de hacerlo.

Me siento mas parte de la sociedad. Si me han censado. Más o menos como cuando vote por primera vez, mi mamá me hizo pasar vergüenza. Salí y todos me aplaudieron. Que horror. Menos mal que en pueblo chico, no vota tanta gente. Me preocupaba que me fueran a preguntar. Pero termine tomándole el pelo a la pobre chica que ya tenia cara de ganas de irse. “¿tenés hijos?”. No que yo sepa le respondí. Se empezó a reír y me pidió que le conteste con seriedad, recomendación que no seguí por supuesto. “¿estado civil oficial?” soltera, sola, pero cuando agarre a uno lo caso en 2 minutos. La chica no paro de reírse por todo el resto del cuestionario. Obviamente mis pensamientos y mis respuestas eran irónicas. No me caso ni en pedo ahora. Si andas por ahí amor de mi vida bancame unos años más de boludeo. Igual ya lo hable con él, porque si gente, yo se con quien quiero estar hasta que se me arruguen hasta los dedos de los pies. Me puse romanticota, que por cierto el otro día aprendí de donde viene eso. Somos unos deformadores de conceptos. Todo lo tiramos para el lado que queremos. Voy a empezar a hacer eso con regularidad. Cambiar el significado de las cosas que habitualmente se conocen de alguna forma.

No me salieron bien algunas cosas esta semana. No desde un lado pesimista, sino que realmente no me salio que me salga. Dije no toco más eso, y viene El Tipo y me ofrece dos segundos y sin pensarlo estaba disfrutando de un pucho. Basta. Definitivamente basta. Como a tantas otras cosas que esta semana se aparecieron en frente mío. Después me salen orzuelos a consecuencia de eso. Tengo algo crónico me parece. Tengo que ir al oftalmólogo para que me vuelva a dar las gotitas mágicas. Sino no voy a poder seguir viendo como veo las cosas. Aunque eso puede ser bueno. Lo evaluare a medida que lo hago. No me salio comer temprano en toda la semana, hasta no me salio comer en todo un día. Mi presión estaba por el piso, mi cara lo delataba, tanto que lagartija como buen amigo que es tuvo que salir corriendo en medio de una clase bastante fastidiosa a comprarme una barrita de cereal. Después de eso me agarro como una euforia, hasta podía contestar cosas coherentes, pero después se me fue. Me prendí a las papas fritas cuando llegue a la casa de mi amigo De la Vega (esto va en honor a la novela de Thalia, no a flor de la v, aclaro para que no haya problemas). Estaba ansiosa, como muchos de estos días, creo que tengo que bajar un cambio, o por lo menos abrir la ventana para que me pegue el aire mientras viajo fuerte…

domingo, 24 de octubre de 2010

Se me quemó otro foquito

Mientras mi vida parece una síntesis del regreso de los muertos vivos me muero de frío porque no funciona bien el calefón. Los electrodomésticos/utilería de hogar se revelan contra mí. Me estan dando señales. Mi casa me quiere decir algo. Tengo que empezar a prestarle más atención. O será que tengo que dejar de prestar atención a las cosas que pasan alrededor. No lo se ya lo voy a descubrir. Así como descubrir cuan divertido es bailar sin para hasta las 6 de la mañana. No importa el calor, no importan las aureolas en las camisas de los pibes del grupo, no importa nosotras con rodete y flequillo atado para atrás. No importa el maquillaje corrido si hay posibilidad de armar una ronda y meterle pasos espaciales, como los amigos que canta florero. No se si la pasaron. Lo que realmente se es que mis zapatos, en realidad botas que por cierto me dieron mucho calor pero me abrigaron cuando tuve que caminar a buscar taxi, terminaron muy gastadas. Con gusto. Como mi cerebro y mi garganta por cantar a los gritos. Ese lugar siempre nos da material para pasarla bien. Me da materia prima para escribir este blog. Que por cierto tengo que mandárselo por mail a un pibe, al que le compre un librito. Muy bueno lo que escribe. Muy buena onda él. Creo que lo voy a hacer. Por ahí se divierte. O por ahí no. No me interesa. Loló lo caracterizo muy bien mientras el canino del Sol temblaba del frío como yo en este momento.

La cabeza me explotaba un viernes a la mañana porque el jueves cambio su personalidad y se sumo a los fiesteros del finde. Tengo que dejar de salir tanto. O tengo que empezar a hacerlo todos los días. La verdad no lo sé. Ninguna de las dos opciones me tienta mucho, a menos que surgan planes que me vuelen la cabeza. Ya veremos por donde sigue esto. Mientras tanto la tipa se siente como en 5to año del secundario. Ahí en la recta final donde todo te importa nada. Donde juntarte con tus amigos es prioritario antes que terminar un trabajo practico para la materia que tenes atrasada. ¡Que poco me interesa ponerme al día!. Siempre con la excusa de que cuando tenga tiempo libre me siento frente a la compu y me pongo las pilas con esos trabajitos insignificantes. No me lo creo ni yo. No me lo cree nadie. Mejor. Así nadie me incita a ser responsable.

El balcón me tiro onda toda la semana. Lastima que el clima no acompañó. Frío. La primavera se arrepintió. Estuvo buena onda un par de días, con unas temperaturas que incitaban a calzarse la pollera y las ojotas, así como en la peli de Julia Roberts en el lugar que conoce a Bardem (me acabo de acordar lo sexy que es haciendo de brasilero y siendo un sensible total. Quiero verla de nuevo, uno de estos días me la alquilo y me siento con medio kilo de helado para mi sola, de dulce de leche y mousse de chocolate) pero después aparecieron las sensaciones térmicas por debajo de los 15 grados. No es tanto si uno lo piensa con detenimiento. Pero cuando te agarra ese vientito. Que ni siquiera los 2 millones de edificios que existen en la city lo paran. Ese que me recuerda al sur. Que te congela la nariz y se pone roja. Ahí cuando te enteras que se fue el verano. Las camperas y los guantes en las manos aparecen. Como ese día que nevó en el colegio. Tengo ganas de que sea diciembre. Es una fecha bastante particular. Es el pico de la bipolaridad. Me gusta y no me gusta. Me llena y me hace vacío. Se termina y esta por empezar. Hago un tour entre mis amigos y mi familia. Aparecen las reposeras de los vecinos en la vereda. Algo que acá no se hace y que extraño. Mientras riegan el pasto del frente de las casas. O nosotros que lo desvirtuamos juntándonos hasta las 3 de la mañana mientras tomamos unas cervezas con los pibes, esos que nos aguantan desde que éramos niñas. Esos que nos aguantan desde siempre.

Me estoy clavando 15 botellitas de medio litro de agua por día. No me hacen el efecto que quiero. Sirven para apagar el fuego. Es cuestión de hábito. Así como las cenas que estamos metiendo. Espero que a B se le haga una costumbre también y no colguemos tanto. En mi casa o en la suya, o mientras miramos una expo de fotografía y después nos clavamos unas buenas cervezas alemanas en un bar que me tira para irlandés. Con unas papas muy especiales. De esas que no te permiten bajar 2 kilos pero si aumentar 10. Con esas no se hace discriminación. Así como con una pizza tentadora en el balcón. Si la estación del año se pone de acuerdo con su personalidad, los días, tipo 7 de la tarde traerán muchas de esas juntadas a mi casa. Así como pijamas party. Como el que hicimos el viernes. La habitué de la casa Che y la sumatoria de Loló. Acá hay camas de sobra. Lo digo y lo repito. O por ahí no lo digo tan seguido. Espero que mis amigos lo empiecen a tener en cuenta. Esos días el departamento no queda grande. “pueden venir cuantos quieran, que serán tratados bien” como dice la canción que me hace acordar a mi papá haciendo el asado en el patio mientras nos clavamos una picadita con cerveza negra y nos sentamos a ver el cielo que no acostumbro a ver el resto de los 9 meses que no miro para arriba. Acá hay lugar de sobra. Y todo el que quiera puede autoinvitarse, como acostumbra a decirme en joda George. O no se si tan en chiste. No importa. Me voy a comprar una alfombra de “bienvenidos” para poner en la puerta. Así como mi vecina, la que hace las mejores sopas del edificio, o por lo menos eso intenta comunicar el olorcito que se expande libremente por el pasillo cada vez que salgo a tomar el ascensor.

Tengo que poner cuadros en mis paredes. Porque ahora que van a venir mas personas a mi casa tiene que tener un poco de onda. Por mi también. Para mirar hacia los costados y encontrar cosas alegres. Además de las fotos de mi abuelo. Voy a hacer un collage con imágenes que me gustan. Esto se presta para el escrache. “el que avisa no traiciona” digo por las dudas. Para que después no vengan las puteadas y las frases del estilo reclamo por las caras que se parecen a las que se hacen cuando comes algo que esta caliente. O las del fondo en una foto de boliche. Espero se puedan imaginar de que tipo de expresión facial estoy hablando.

Puedo mantener mi casa limpia y ordenada. Eso es un punto a favor. Significa que yo estoy bien. Como siempre repito “mi casa representa mi cabeza” creo que el Sr. de la cabeza me pude felicitar. Ya no existen los días pozo o por lo menos ya no se presentan con tanta furia. Será que yo deje de darles importancia. Puede ser. Un día me desperté y ya no me importaba más…

martes, 19 de octubre de 2010

Ocupa 1gb

Más o menos como llamarte Azul y que te guste el azul. Mas pelotuda no podría ser. Las reflexiones entre florero y yo caminando un día donde te sentís pegoteada. Ese día que la gente salio a caminar porque estaba lindo. Son esos amagues de la primavera donde te morís de día pero se van los rayitos de sol y tenes que calzarte 3 buzos. Por lo menos eso me pasó a mi. “hoy no es el día para probarse ropa” (repetimos durante 15 cuadras) y el resultado fue ver a mi amiga adentro de un probador con unos sweateres finitos de esos que no se encuentran mucho en unos colores divinos. Éramos 2 tanques australianos y ni decir cuando nos pico el bagre (lo definió ella). Me quise hacer la Light y me compre una barrita de cereal. Me lleno. Si. Un rato. Llegue a casa y after Lucky Strike me clave 3 galletitas con queso untable con gusto al hilo. Quiero bajar 3 kilos y no me sale. Menos en estos días. Si estos benditos y malditos días. Esto de que sean progresivos no me cae muy bien. Un día empieza la cosa y termina siendo real 36 horas después. Es tan molesto. Sentís algo en las piernas dice florero, yo mas bien siento otra cosa. Es tan personal la sensación. Cada una reacciona distinta. Yo estoy mas tranquila. “no me enoje, no tuve esos arranques que me agarran 3 días antes donde si se me cae la tostada del lado de la manteca, mi humor cambia y soy un huracán que arrasa con toda una ciudad”. No me paso eso esta vez. Por eso será que no estaba tan conciente de las cosas.

Me pica el ojo, debe ser por el maquillaje. No lo uso mucho. A veces hay que remontar la cara de zombie. Algunos días me atrevo a ponerlo a las 7 de la mañana. Solo los días que curso en ese horario. Otras veces lo aplico para situaciones donde no debe hacerse. Como para ir al quiosco de abajo. No porque me quiera hacer la linda con el tipo que tiene el pelo mas largo que yo y me dice “linda” cada vez que le compro algún tipo de golosina. Es que cuando estoy en el ascensor y veo el espejo mi aspecto a veces me asusto.

Tengo ansias de que llegue el finde. Lo extraño. Lagartija dice que lo deje descansar, que por eso me pone los días hábiles en el medio. Yo digo que lo agoto. Exprimo mis findes. Es como si el mundo se terminara mañana. Que divertido que está. No pienso dejar de hacerlo. En este momento es lo que quiero. Como le dije a mi amiga 2cm. Las cosas descartables, en este periodo van. Si voy a ser una loser que sea con estilo. Y con gracia. He aquí la cuestión de estos escritos. Reírse de uno mismo y pasarla bien con lo que uno es. Ahora me puse filosófica. Esto de caminar muchas cuadras me pone el cerebro en remojo y cuando vuelve a su funcionamiento normal se va al carajo. Como yo que me voy a los extremos. Así me dice mi psicólogo. Tengo que buscarle el gris del medio. Mas tirando para blanco. No se por qué pero me da color de lo positivo. Así como las rayitas del sistema anterior mencionado donde esta bueno que la actitud de acerque cada día mas al 10, y si se mantiene mejor. Así como intento mantener mis estados de euforia. El otro día apareció uno cuando estaba tomando agua. Eso fue sospechoso. No había nivel etílico alguno y yo tenia ganas de bailar. Así como florero, que baila y baila hasta más no poder. Y tiene la capacidad de despertarse y querer seguir bailando aunque le duelan las gambas como después de hacer equitación.

Quiero hacer ejercicio. No el gimnasio. Ya esta mencionado el problema de esto. Creo que voy a anotarme en una clase. Con el Sol. Así chivamos las dos juntas y sufrimos al ritmo de la música. Espero que la facu me lo permita. Y sino buscare otra forma de hacer ejercicio. De moverme. Aunque con los bailes que metemos los sábados a la noche no podemos quejarnos. Ojala fuese suficiente. Lo que si esta en forma son mis dedos. De tanto chatear y meterme en las redes sociales. Creo que tengo una adicción. Bueno no tanto. Ahí estoy de nuevo con los extremos. Aunque si me pongo a pensar bien es mas que todo una excusa. Si. Una excusa para no levantarme y cocinar (termino haciéndolo, porque mi sensación de hambre me supera aun si me concentro para no tener); excusa para no mirar la tele aunque esta prendida al lado mío; excusa para no ir a dormir una siesta y reprimir todo tipo de instinto por hacerlo (este tema sugiere atención aparte). Hoy quería dormir pero me aburría pensar en acostarme y levantarme sin haber hecho nada. Ahora tengo ojeras en consecuencia. Pero es que….no tengo mas ganas de que la cama me quede grande. No es un petitorio ni nada por el estilo. No es para dar lastima. Ni tampoco para que se ofrezcan voluntarios. Es que simplemente no tengo ganas de dormir solo por dormir. Para eso me sirven mis siestas nocturnas…

domingo, 17 de octubre de 2010

Una media de cada color

Se me quemaron las tostadas. En honor a florero debe ser. Esta semana estando separadas tenia que culminar con algo que la represente. Me colgué viendo un programa, no muy entretenido para el común de la gente, pero para mi si. Para mi versión Lisa Simpson. Esa que disfruta la historia. La que hace dormir a la gente. Y la tipa muy pendiente. Creo que en otra vida fui arqueóloga, investigadora (no forense porque me desmayaria a los 2 segundos) o la antecesora de Felipe Pigna. No debo haber sido muy linda entonces. Pero por lo menos con la conciencia tranquila de que algún día iba a hablar en persona con Mario Pergolini. Lo sigo y lo amo desde que soy chiquita. Cuando hacia que mamá se quedara despierta para ver la tv ataca. En esa casa, donde me acostaba en la cama grande y soplaba hacia arriba para que la lámpara, que según recuerdo era de tela, se moviera o “bailara” como lo definía yo. Me acuerdo que me gustaba dormir debajo de la cama. La alfombra me parecía lo más cómodo. Siempre me gusto estar en el piso. Aun hoy cuando voy a la casa de mi amiga 2cm me tiro en el enorme peluche que tiene en el living y ahí me quedo. La cantidad de noches que habré pasado desparramada ahí, como cuando nos juntamos con los pibes del curso. Esa época donde las hormonas estaban revolucionadas y a mi no me gustaba ninguno. Todos durmiendo, despatarrados en la alfombra. Así de cómoda es. Seria bueno para dormir una siesta. De esas que aplico en mi cama. Que a veces parece gigante. Por incompleta y otras por una cuestión física. Me gustaría tener un tele en mi habitación. Así me quedo en la cama con otro motivo, no solo mirar por la ventana.

Hoy el departamento me queda grande. Tiene mucho espacio. Muchas paredes sin cuadros. Estoy esperando que B me haga los stenciles. Quiero poner un cuadro, una de las últimas fotos que le sacaron a los Beatles juntos. En grande. Aunque sale caro. Voy a pedirlo para navidad. Aunque seguro me regalan como todos los años un poco de dinero y la eterna bombacha rosa que mi tía me compra con tanto amor. Que obviamente no uso hasta cierto tiempo después. Porque no me gusta ir a cambiarme en medio de la cena. No me creo lo de la suerte. Nunca lo creí. A veces me pasan cosas muy buenas. Que no tienen que ver con eso. La mayoría de las veces son las buenas consecuencias de mis buenos actos. Y otras veces me descontrolo. Dejo que las cosas fluyan y salen bien igual. Mis decisiones por lo general son acertadas. Los comentarios de esas decisiones no suelen ser los correctos. Es ahí donde la cago. “estuvo re bueno lastima que no me dejo bailar”, es un claro ejemplo de lo que digo. Estoy empezando a que las barreras no sean tan altas. Es algo que no es fácil, pero tampoco difícil. Mas o menos como intentar sacar la gelatina de un vasito de dentista. De esos que Lolo hace con tanto entusiasmo y nosotros transportamos hasta el boliche/bar al que recurrimos para bailar hasta morir. Anoche no paso. Nos fuimos temprano y no con la luz pegándonos brutalmente en la cara como el finde anterior. Hay fotos que incriminan. Eso me entere hoy además de cómo fueron algunas cosas que no lograba recordar. Creo que el cerebro me quedo gelatinoso, después de mandarme como 5 o 6 de los anteriormente mencionados vasitos de dentista. ¿Qué me dijo para convencerme? Me pregunte todo el día hasta que me lo aclaro. Creo que mi actitud con respecto a algunas cosas esta cambiando o por lo menos creo que ahora miro de torcido la vida. “estas de mente abierta” me dijo August. A lo que yo agrego “y de vestido negro” ese que me compre y que me tengo que bajar cada vez que me levanto de una silla. De todas formas es un ciclo. Ya lo tengo calculado. Ahora empieza la época de sequía. Hasta dentro de un tiempo donde algunas sensaciones aparecen de nuevo. Donde las rayitas llegan casi al 10, de un sistema inventado para dejar las cosas claras entre el pibe que la remo hasta con cucharita de té y yo.

Se me sale el esmalte de las uñas tan rápido como la A de mi teclado. Intente que mi padre me solucione el problema, como tantos otros que tengo. Pero no hubo caso. Creo que la compu me esta pidiendo irse al banco. Ya no esta para estos trotes, como yo, que ya no me sale salir tanto y no tener sueño. Hoy estoy destrozada. Mi circuito regulador de las horas que se deben dormir se daño. Después de 4 horas mis ojos se abrieron y no me pude dormir mas. Los mensajitos del Sol y florero me despertaron. Y ya no hubo vuelta atrás. Fue como tratar de atornillar un tornillo para el lado que se saca. Con un destornillador que tampoco entra bien. Como el que trato de conseguir mi viejo, para ver que le pasaba al televisor. Aparentemente el problema es tan interno que a simple vista no se puede solucionar. Lo mismo que pasa con mi cabeza. Ahora tengo sueño y veo borroso del ojo izquierdo. Espero que no me salga un orzuelo, ya que este es uno de los primeros síntomas, aunque si estoy relajada no aparece. Voy a ponerme a hacer ejercicios de yoga mientras escucho Enya. Mientras tengo un rodete en el pelo y pienso en que mi amiga que trabaja en el local de nombre pastillero vio de cerca de ese actor que me encanta. Ese que tiene algo perverso por estar enamorado de su prima en la novela, ese que me motiva a que llegue el finde y me mande las mil y una…

jueves, 14 de octubre de 2010

Toma, usa esto de cenicero.

Me puse mi ropa de limpiar la casa. Si ese jogging que tengo desde el secundario que tiene manchas de lavandina, no porque yo lo haya hecho, sino porque mamá cuando tenía 15 más o menos tuvo un pequeño descuido. Con esa aureola a la altura de la tibia de la pierna derecha, estoy preparada para fregar. Todo porque quiero mantener mi vivienda en un estado digno. No me lo creo ni yo, pero ahora me sale. Descubrí que mantener es más fácil que limpiar a fondo. Así que ahora 1 vez por semana me calzo las ojotas y me meto adentro de la bañera a drogarme con el Cif color rosa. Sospechosamente tuve que dejar de hacer lo que estaba haciendo, es decir la preparación, la previa, el momento anterior a ponerme los guantes y darle a la esponja. Tenia ganas de sentarme a escribir. Fue como un momento impulsivo. Porque vengo pensando hace días que tengo que hacerlo pero no se me ocurría de que hablar. Menos mal que no vivo de esto porque sino me muero de hambre. Imaginate si tuviese que escuchar en mi correo de voz el mensaje de un editor diciéndome “a ver nena, ya pasaron 5 días de la ultima vez que nos mandaste esto, pone a funcionar un poco tu creatividad y danos algo interesante, deja de juntarte y estar al pedo con tus amigos, y ponete a laburar”. Menos mal que lo hago por diversión. Menos mal que lo hago porque quiero. También esta bueno que salga cuando tiene ganas. Eso demuestra que es de pura inspiración y espontaneidad del momento. Estoy tratando de escribir mientras escucho la radio. Así que por ahí me pierdo y redacto cualquier cosa, sepan disculpar. No voy a apagar la radio si eso es lo que me recomendaría cualquier persona cuerda. No lo voy a hacer porque no tengo ganas. Igual la canción que están pasando no me motiva a cantar, así que no hay problemas que se escape así una frase como “antes que te vayas dame un besoooo” a lo Daddy yankee. No hay problema alguno.

Se me sigue saliendo la A del teclado y me pone un poco nerviosa. Creo que esta jugando conmigo y mi paciencia. Tengo mucha. Es comprobable. Me he aguantado cada cosa en mi vida que si lo cuento tengo que escribir un libro. Tampoco soy victima, pero esto de tener la cualidad de bancar las cosas hasta el momento de reviente me ha llevado a soportar algunas cosas que ni en el mundo del revés de María Elena Walsh se soportarían.

Me clave una cena con sushi, con mi amiga el sol, mientras veíamos el rescate de los mineros. Tremendo. Fue como el estreno de una película o como ya lo he definido varias veces, el final de LOST. Pensé que iba a tirar un poco de llanto. Aparentemente ya no estoy tan sensible como hace algunos meses atrás. De todas formas yo no se si fue la comida, la situación, el sillón o mi sesión con el Sr. de la cabeza, que hice unas confesiones un poco subidas de tono. Lo que pasa en la mina queda en la mina, ídem sucede con mi sillón. Hago un paréntesis porque tuve que levantarme a sonarme la nariz, ya que tengo un inminente resfrío asomándose por la puerta. Tengo los pañuelitos al lado y sin embargo me voy hasta el baño para sacar un poco de papel higiénico. Yo no tengo remedio. De todas formas corte el hilo de la inspiración y no me acuerdo que seguía después de lo que estaba hablando, aunque nunca lo se pero aparentemente mi cerebro por si solo si tiene un eje lógico de las cosas como van y yo lo acabo de reprimir.

Se pasó la semana que era para hacer cosas productivas. Por supuesto dormí como no lo hacia hace rato. Encima tengo la cara de tener sueño a las 11 de la noche. Esto me esta diciendo dos cosas. O que tengo que aflojarle un poco al modo de vida y descansar más; o que estoy vieja y necesito hacer como los abuelos que se acuestan a las 8 de la noche y después clavan 4 horas de siesta. El día no me esta ayudando. Me dan ganas de quedarme en la cama. Abrigada, porque tengo frío a pesar de que sea primavera y hagan…19 º (tuve que cambiar de canal para enterarme) porque mi sensor corporal esta arruinado. Tengo frío cuando no hay que tenerlo y calor cuando todo el mundo esta tapado hasta la nariz. Debe ser por la cantidad de agua que tomo. Eso me dijo alguien alguna vez. Todo es posible, lo que no va a ser posible es la dejar de ingerir tanto líquido. Ya no me sale. Antes no tomaba nada y ahora me debo clavar como 7 litros diarios. Ojala me haga como en la publicidad, donde todo lo malo se limpia. Como tendría que estar haciendo yo con mi casa. De todas formas no estoy viendo los resultados. Espero que en serio funcione.

Deje el gimnasio. Me fastidio bastante el profesor. Un idiota como la mayoría. El primer día intentando levantarte y los siguientes tomándote el pelo. ¿Quién se piensa que es?¡ FLACO SI TE DIGO QUE TENGO PROBLEMAS DE RODILLA NO ME HAGAS HACER EJERCICIO QUE ME HACE DOLER!. “mmm vos me estas mintiendo me parece” atino a decir el muy hijo de puta. Mientras yo sentía que mi rodilla se descuartizaba. No voy a volver mas. Voy a anotarme en una clase. Ahí seguro hay mas minas. Y el tipo que nos va a decir “arriba, abajo, al centro y adentro” al ritmo de una canción excesivamente remixada va a hacerme un poco mas feliz…

martes, 12 de octubre de 2010

Además se usan los peces

Tengo el cerebro en stand by. Quedo trabado el botón. Tenemos que pegarle unas patadas para que se active, según me dijo August. Es hora. Empezar a disfrutar y dejar que las neuronas fluyan, que hagan contactos por si misma. No hacer el esfuerzo por pensar, dejar de intentarlo. No para volverse idiota, pero si para estar un poco mas relajado. Tengo varios días de ese estilo por delante. No se como resultaran. Sin cursar, sin rendir, sin hacer nada. Espero que me den ganas de pasear por lo menos. Ir a esos lugares que siempre quiero ir y no tengo tiempo. No porque tenga ocupaciones importantes, sino porque no me organizo. Que desorganizada esta mi vida en serio. Pero no se si tengo ganas de encasillarla en un calendario. Lo hice durante mucho tiempo. ¿Cómo hacia para quedarme estudiando tanto el año pasado con un día soleado hermoso y no tener ganas de estar caminando o sentada en una plaza? Ahh. Si. Ya me acuerdo. Estaba cómoda donde no tenía que estarlo. Ojala mi vida no vuelva a estar así de sedentaria. Ojala empiece a pasear más y salir mas a hacer las cosas que me gustan.
Me di cuenta que tengo tiempo de sobra. ¿Cómo fue? Paso cuando me di cuenta que tenia tiempo para ponerme a pensar que tipo de música va con cada situación, como escuchar Oasis en un auto en un paseo hacia la zona norte, o pensar en escuchar Jack para dormir la siesta. Fue más terrible cuando me puse a deducir en que momento del día y con que programas los horarios se descuajeringaban. Llegue a la conclusión que suelen ser los noticieros los que se exceden, o por lo menos el que yo tome en cuenta. Acá esta la prueba de que realmente estoy dejando en reposo las neuronas. Y como consecuencia aparece la cara de dormida, los ojos mirando a cualquier lado y las frases colgadas, seguidas de un clásico “no entendí”. Es una oración que me caracteriza. Mis amigas me aman por eso. No es en joda cuando la tiro. Es que realmente me fui del mundo y cuando volví quede como si estuviese intentando leer una señal de transito en China. Más o menos como intentar no dormirse un domingo a las 4 de la mañana, sabiendo que al día siguiente es feriado, que existe la posibilidad de salir. Hacer el esfuerzo por concentrarme en las conversaciones que se desarrollan a mí alrededor y sin caso resignarme e irme a dormir. Algo que no me pasaba hace mucho. Creo que me estoy pasando de vueltas. Necesito dormir. Quiero dormir. Que ganas de dormir una buena siesta. De esas que no son solo apoyar la cabeza en la almohada y desmayarse. De esas que no se duermen solo. Una de esas quiero.
¿Por qué me cuesta tanto mantener mi casa en el estado perfecto de limpieza y orden? Me mato barriendo, pasando el trapo, fregando, ¿y con qué fin? Abro la ventana 1 hora y el inevitable smog de la ciudad se aposenta con toda delicadeza otra vez sobre mi piso. Increíble. La próxima vez me mudo al campo. Esos pensamientos desvariantes que tengo a veces. Me voy a mudar a una calle donde haya árboles y silencio. Una calle “fresquita” como la definí ayer. ¿Qué voy a hacer hoy en todo el día? No lo se. No tengo nada organizado y creo que no tengo ganas de organizarlo tampoco.
Se me fue florero. Unos días, que serán como meses. Parecemos un matrimonio según algunos de nuestros amigos. Es que ellos no entienden. Como podemos pasar una tarde metiéndonos en ferias de ropa mientras yo estoy sentada y ella me muestra los chalecos que se quiere comprar. Es capaz de correr por todo el lugar hasta que me encuentra para preguntarme si me gusta el color. Me siento el marido. A veces soy un poco hombre, sobre todo cuando miro futbol, pero esto ya es nuevo para mi. Lo descubri cuando me estaba preguntando si me parecía lindo un vestido y yo estaba colgada mirando una pantalla gigante donde estaban pasando el partido de ese equipo que no iría a ver nunca. También soy así cuando me baño. Según El Tipo, porque si lo logro en 10 minutos con la melena que tengo es que soy Pablo Andrés para realizar esa acción. No es que no lo haga bien, pero no paso tanto tiempo debajo de la ducha.
El finde largo pasó. Como un estado que leí en la red social de mi amiga la model, pasó y yo sigo en la misma posición. Creo que me siento identificada. No físicamente, porque obviamente me movilice pero sigo en la misma posición. Sentada frente a la compu sin saber por donde empezar a hacer las cosas que quiero hacer. Esas que QUIERO y no que TENGO. Voy a escribir una lista a ver si puedo por lo menos empezar por el principio, o por el final, o por el medio, pero empezar por algún lado. Porque la estructura que ahora esta desestructurada, es la forma en que voy a estar viviendo mis días…

miércoles, 6 de octubre de 2010

Hay que dar lugar a un poco de duda

Me voy a dormir 1 horita de siesta. Por supuesto que se convirtieron en 2 o 3. Ya no me acuerdo pero se que me pase. 3 despertadores me puse, igual no funcionó. Creo que es algo que le pasa a todo el mundo. No soy la única. Florero le clavo cuatro horas, lo que me consuela. La ducha para revivir cerebralmente. Infaltable. Se está volviendo clave en mi vida. Los findes hago lo mismo. Porque sino no arranco. Me voy a dejar el pelo suelto y sin secarlo con la toalla, a ver si remo un poco el león que tengo. Por supuesto que eso no pasó, solo sucede en mi mente. Donde también tengo 40 cm más de largo. Mientras tanto atado con trenza y una de las hebillas que le compre a Lolo. Cuatro millones de invisibles, porque los rulos rebeldes o los que dejo que la vida me despeinen no quieren acomodarse. Me quiero pintar las uñas pero se que en el momento en el que lo haga voy a tener ganas de ir a hacer pichi. Tipico nuestro, una vez que decimos darle belleza a las manos, tenemos 8 botones para desabrochar del pantalón. Ni hablar que te pica la oreja, te llaman por teléfono, tenes que escribir algo, hay que responder un mensaje del chat, te dan ganas de sonarte la nariz, vas y agarras esa tijera que no agarraste en todo el día. Típico. Cuando no podemos hacer algo surgen las urgencias no tan urgentes ni tan necesarias. ¿Por qué justo cuando sabemos que tenemos que dejar las manos inmóviles, queremos tocar todo? Me pasa seguido y tengo que recurrir a pasarme el algodón con quitaesmalte y volvérmelas a pintar. Por estar mirando el esmalte que esta posado desde hace como dos semanas al lado del tele vi la cara del pibe de ojos claros de la novela. Como me gusta. Hace un personaje medio boludo, pero no me importa. Yo suelo prestarle atención a ese ítem de la raza masculina. No siempre, pero me pasa seguido.

Todos los electrodomésticos se me rompen. Ya no duran como antes, me dijo mi mamá, y es comprobable. Nosotros tenemos la misma heladera donde me aposentaban a mi cuando era bebe y me ponían en penitencia. Bueno no es que me dejaban ahí sola, no eran inconscientes, pero lo hacían sosteniéndome. Lo hacia mi verdadera mamá, esa que es tan álter ego como el mío pero a ella le sale naturalmente. Ojala tuviese su voz. Canta espectacular, no como yo que suelo hacerlo en la ducha con la música muy alto para no aturdir a los vecinos. Siempre pienso que lo pueden hacer, porque yo escucho sus voces a veces. Espero que no porque se van a asustar o por ahí se ponen a acompañarme con la guitarra. Volviendo a los aparatos de mi casa. Todos los que tienen el pronombre “el” se autodestruyen. EL televisor, EL microondas, EL calefón (funciona cuando quiere y se apaga también). Yo me pregunto ¿Por qué no aprenden de LA cafetera?. Ella sigue intacta y la tuvo que remar muchas veces. No sigo diciéndolo a ver si se me rompe y no puedo consumir el café que me provee el sol. No hay comparación. Somos fans. No queremos a la competencia. A menos que este dispuesta a aportar dinero a la causa radiofónica. Tengo que salir a buscar gente que quiera hacerlo y poner todo mi encanto. Sonreír y hacerme la simpática. No me sale, igual no soy la única, mi amiga de la facu PH me dijo que tampoco lo suele hacer. Que bueno que no soy solo yo.

Hoy tire papelitos. Mate dos pájaros de un tiro. No de los pájaros que aparecen en las remeras que están de moda ahora. No me compraría una así porque me ponen nerviosa, como a florero las mariposas. Tire tickets del súper, del cajero, de compras viejas, algunas de hace 1 año. Me acorde que estaba haciendo en esa época y no me gustaría repetirlo. Una bolsa gigante albergo todos y cada uno de esos pedacitos. Sin antes romperlos en mil partes, por supuesto. Placer de escuchar el “jjjshhh” que hacen cuando se quiebran. Algunos son mas fáciles de romper y se desliza la mano sin problemas. Otros cuestan mas y se vuelven mas complicados llegando a reducir la cantidad que vuela de un solo saque. Como las relaciones. ¡Que buena analogía encontré! No importa. Llene la bolsa. Que bueno esta sacarse todo eso de encima. Quise correr el escritorio a la otra habitación. Porque la mía tiene que tener solo un uso. Ser habitación y nada más. La cama tiene que ser el centro de todo. Creo que es hora de cambiarla de lugar. De una forma más divertida y también practica para poder barrer. Las pelusas sino se van a juntar y me van a contar cuentos para que me duerma. Quiero dormir con las ventanas abiertas. Me produce una sensación muy agradable de noche ver hacia afuera y sentir que no me están mirando por mas que casi ¾ de mis paredes sean vidrio. El único problema es a la mañana, cuando sale el sol. Esta bueno que salga, aun sean las 11 de la noche, pero no que me despierte cuando por fin una noche pude desparramarme entre las sabanas…

martes, 5 de octubre de 2010

¿Qué te producen los pajaros?

Y si algún día iba a pasar. Yo sabía que me iba a convertir en común. Algo me iba a llevar a estar dentro del estándar del sexo femenino. Adentro mío iba a surgir eso que a la mayoría de las mujeres motiva. Ese día llegó. No gente no estoy embarazada. No es para asustarse. Pero definitivamente hoy me sentí mujer ya que use la tarjeta de crédito para catalizar las frustraciones. Hoy somatice a través de un plástico. ¡Que emoción! Ahora entiendo por que aparece la desesperación en los shoppings o en las publicidades, donde la ropa se vuelve un estimulador de sensaciones. Eso me hace acordar que tengo que estudiar para rendir y uno de los temas es marketing de la experiencia. Hoy lo comprobé. El momento de comprar. Algo que me gusto, que me quedaba bien y quería. Sin postergarlo, porque florero me incito. Aunque pobre no tuvo la oportunidad de pasar por esta experiencia. Hoy me sentí consumidora. Hoy fui cliente y deje que me convencieran. No mucho porque no me sale obvio. Me compre una sola cosa. Pero no lo dude eh!. Me salio así solito del alma. Salir del probador diciendo “me lo llevo” no solo te da libertad sino que le alegra el día a otra persona, a la vendedora. Y bueno obviamente al dueño del local. Pero no importa, el seguro se alegra con cada compra. La señorita bajita que me atendía junto a la mujer embarazada que también me traía las cosas, ellas si que me pusieron una sonrisa. Y ahí empezó el circo, con florero. Ese que me dejo los pies con dolor. Caminar y caminar. Tendría que haberme puesto las otras zapas. No importa, porque me compre un vestido. Me estoy conformando con poco y no me importa. Después de la bipolaridad de ayer, ahora estoy con las pestañas para arriba. Me tire en la cama dos segundos y mire mi ventana con las luces apagadas. Esto hay que compartirlo. Definitivamente y próximamente habrá que mostrárselo al mundo. Me gustaría tener una cámara de fotos así lo inmortalizo (palabra que me encanta usar en mis trabajos de fotografía). Me parece que así se puede definir lo que hacemos con ese aparato. No dejar morir nunca más un momento. Yo no se si no voy a dejar morir momentos, pero por lo menos mañana puedo acordarme de que hoy me sentí bien.
“Me gusta esta remera, pero que hago mirándola si yo estoy buscando un vestido” repetía florero cada vez que se detenía a mirar algún pedazo de tela con flores y algunas tiritas. Se que le gusta el azul, en exceso, y cuando consiguió el vestido azul que le gustaba y a mi también, no había chances con el precio. “por algo no debe ser, si lo dudo tanto”. Me parece que es algo que se repite en varios aspectos de la vida de las mujeres. Nosotras damos lugar a la duda. Ellos no. Lo se muy bien. Pero cuando dejamos de dudar somos rotundas y definitivas. Y eso SI LO SE Y LO PUEDO DEMOSTRAR (no se me apretó la mayúscula, lo puse a propósito, por las dudas aclaro, a veces hay problemas de expresión). Me puse a leer un poco lo que escribo, y a veces tengo que darle un par de vueltas a lo que esta entrando por mis ojos para entenderlo. Si me faltan algunas comas. Sepan perdonar. Así como aparece en mi cabeza, sale. Espero tener algún día un editor. Que sea bueno y que no me repita mil veces que use la palabra “mas”.
Hice las compras, que tenia que haber hecho ayer. Es por una cuestión de cuidarme. Quiero empezar a hacerlo, antes de tener que hacerlo por alguien más. Y si, en este caso estoy hablando de embarazo, que será dentro de unos muchos años, pero yo lo pienso. Como todas las mujeres obvio. Hoy le dije al psicólogo algo sobre este tema. No quiero que solo ese sea mi momento. Toda mi vida tiene que ser mi momento. Esperar hasta ser mamá para sentirse completa. Si es una realidad, lo se, pero quiero que antes me sorprenda a mi misma disfrutando de las cosas. Ser como soy y que no me importe nada. Hasta quererme en esos días del mes. Si gente, hoy le dije al psicólogo la palabra “periodo” para referirme a eso y me trato de antigua. Eso es lo que saco por intentar ser educada. Digamos las cosas como son. Empecé a descubrir que me siento más femenina ahí. Es terrible lo que estoy contando pero me hace feliz reconocerlo. Espero que a partir de ahora no me duela tanto, ya que lo estoy aceptando como algo que tiene que ser. También quiero que se transmita a mi cara. Que por cierto hoy tuve que remarla todo el día. Ni el rimel me ayudó. Es que dormí 4 horas a la noche, mas una siestita de 2 cuando volví del Sr. de la cabeza. No se que pasaba. Claramente no podía dormirme. Pero no fui la única. Fue generalizado. Lo peor de todo era despertarme y con los ojos medio cerrados, medio abiertos, ver la cara de George Harrison que tengo stencileada en un disco de pasta. Un artículo decorativo que me compre una vez por la calle. Lo amo pero creo que no esta bueno levantarse en el medio de la noche y ver eso. Me hace acordar a mi tío cuando era joven, y yo era una niña.
Elegir es la cuestión. Eso estuvo en mi cabeza hoy. Tengo unas ganas de dejar atrás tantas cosas. Entre ello la facultad. Ya me esta hinchando un poco las tarlipes. Encima me queda un cuatrimestre más de tesis. No importa, la remare junto a los que me acompañan en el bote. Uhhh me acaba de salir una frase….no se de que artista, pero claramente cursi. Con mis amigas, que nos vestimos todas iguales, y los hombres que nos rodean o por lo menos lo hacían esa noche se dieron cuenta. Esto es terrible. Aunque yo no puedo usar flores, y se usan mucho, porque se estiran en las zonas prominentes de mi cuerpo. Espero que la moda cambie pronto porque sino no voy a poder comprarme ropa, aunque nunca lo hago, pero igual es la ilusión de que aparezca algo que me guste. Creo que me voy a comprar ese collar, ese que te alegra hasta en verano, ese que se que me lo voy a poner una noche que no espere nada y pase todo…

lunes, 4 de octubre de 2010

Muchos litros de agua

Tengo un grave problema. Tengo paja de escribir para el blog. ¿La excusa? “vengo juntando cosas desde hace unos días, por eso después lo escribo todo junto”. Más o menos como cuando estaba en la tesis. Esas épocas, que fueron la semana pasada pero igual son pasadas. Acabo de dejar este escrito por 5 minutos. Definitivamente no tengo concentración para hacer esto y menos mientras miro tele. Mi tele se esta muriendo. Aparecen rayas grises y se apaga. No da. Como hago para estupidizarme tantas horas al día. No solo con la compu, yo necesito otro cuadrado. Me duele la garganta, debe ser por lo que paso o no paso el finde. Según mis mentiras lance. Creo que eso puede hacer doler la garganta pero bueno yo creo que no lo hice. Me están hablando 7 personas a la vez en el chat. Hoy que no tengo mucha capacidad de contestar todos al mismo tiempo. Hoy no soy mujer. Hoy no puedo prestar atención a todos los focos a la vez. Tengo un profesor que siempre me engancha haciendo cosas mientras otros explican y por supuesto cada vez que pasa le digo lo mismo. “tengo cerebro suficiente para escuchar, escribir, contestar, mirar, conversar”. Por supuesto que inmediatamente me contradigo porque cuando me preguntan “que es tal cosa?” obvio que no la se. Hay dias en que me siento mas mujer. Si, después de un buen tiempo me siento asi. Una lady, una princesa, una mina. Alguna vez al mes, me siento mas una XX.

Se me sale la tecla “a” del teclado. Me pone nerviosa, no lo puedo controlar. Intente arreglarlo como al tele. A los golpes. Mi papá me dijo que así tenia que resolverlo. Me volvió a llamar. Mi mamá leyó el blog y le debe haber contado. Hablamos del laburo. Si creo que conseguí trabajo. Me encanta, me emociona más que salir. Eso me dice que ya estoy vieja. O no? Soy responsable con una cosa más en el mundo. ¿Qué me voy a preguntar el día que tenga que hacerme cargo de otras personas también? Espero que falten muchos años. Un día nos vamos a juntar con mis amigas y vamos a ser tías todas de niños que van a corretear por ahí. Seguramente van a romper algún florero y no es una persona. Algún adorno va a sufrir. Como este finde. Mi hígado y mi cabeza. No entendieron como sucedieron las cosas. Yo iba caminando como en la cinta caminadora del gym o la cinta que usan las cajeras de súper para pasar los alimentos. No termina más. El mundo sigue y uno no avanza.

Estiramos el domingo hasta mas no poder porque lagartija lo necesita, y nosotros también. Esta vez les falle. Tenia sueño y necesitaba irme a dormir. No me tome una birra. Eso hace que las cosas sean diferentes. Según mi mamá cuando hay algunos cambios se te mueve todo el resto. Es inevitable. Uno recae. Vuelve a lo seguro. Vamos a decir las cosas como son. Hace rato que deje todo lo seguro. Y me gusta. Quiero viajar mucho. ¿Vamos? Yo te invito, no monetariamente pero de actitud. No me sale hacerme la free y pensar en viajar por todos lados de todas formas. Como Julia en la peli. Pero a mi no me sale, evidentemente. Como hoy, a las 15.47 aproximadamente. En el medio de la clase me sentí fuera de mi y dije “¡que kilombo que es mi vida!”. Nunca estuve tan desorganizada, nunca postergue tantas cosas, nunca dije que lo iba a hacer después. Y ahora todo esta en stand by. A paso de tortuga voy yo y los minutos viajan en avión. Me puse poética como Arjona. No daba.

Me quedo grabada la hora en la que sucedió todo eso en mi cabeza. Porque nunca me acuerdo tan puntual de las cosas. Pero de repente me sentí como en una isla. Yo y el resto no existía. Estaba lleno de gente y un docente que criticaba. A partir de ahí declare querer terminar la facultad. Ya es evidente. Ya quiero no hacer nada. Bueno no nada, quiero hacer lo que tengo ganas y me entretenga.

El existencialismo se vuelve evidente (me voy a poner profunda a pesar de estar viendo a leo sbaraglia, que me enrula hasta las pestañas). Cuando uno no puede encontrar un alicate o cortaúñas. Es la cuarta vez que hablo del tema pero todavía no lo encuentro. ¿Lo habré tirado por el balcón cuando me enoje con algunas cosas? Me estoy enojando mucho me parece. No quiero estar mala onda. La bipolaridad se hace más evidente. Creo que son las hormonas que ya no controlo. O la creatividad que no me fluye. No tengo ideas ni de Buenos Aires a Junín, como dice la canción que cuando la escucho en el mp3 la canto no me importa donde este. Como por ejemplo en el Bondi. Esos días que voy mirando por la ventana y trato de concentrarme pero no lo logro. Siempre pienso que me voy a pasar la parada en la que me tengo que bajar. No es que me ponga a filosofar pero me gusta mirar la calle, porque me pone nerviosa mirar a la gente. Personas que nunca viste en tu vida de repente se vuelven parte de tu territorio. Ese que es personal, como alguna vez estudie en la facultad. Será por eso que me gusta estar en mi casa. Ahí nadie entra ni sale. Bueno en realidad paso bastante tiempo sola. Porque me gusta tener mis cosas y mis horas. Yo me maquino en esa situación y no le cuento a nadie. Y es ahí donde mis amigas me preguntan si me pasa algo. Yo la remo pero a veces no me sale. ¿Y lo peor? Es que no les cuento.

¿Por qué ese día que lo necesitaba no pude compartirlo con nadie? Mirando a los otros me di cuenta lo que no tuve y lo que me falta. ¡Que nadie sienta vergüenza! ¡Que una cena sea una cena sin persecuta! Si tenes ganas de quedarte conmigo, decilo. Todo eso que no tuve y todo eso que a partir de ahora quiero. La cama ese día parecía de cinco metros.