La próxima vez creo que es gratis

Ya paso 1 semana desde que empezó la primavera. Esto me esta poniendo nerviosa. Se me pasan los días, los meses, el año entero. Por un lado quiero que se vaya este año. Estuvo complicado, demasiado para mi gusto, aunque siempre que llovió, paró. Si, si, pero el tema es que en mi vida siempre hay un “que te garúe finito”. Como le cuento al psicólogo, toda mi vida existió la frase “si…pero” no esta bueno que pase eso. ¿Qué es esto de no poder disfrutar las cosas al máximo?¿ Por qué no le puedo contar las cosas que me pasan?. Debe ser que no me gusta llorar en frente de la gente y bueno, se que si le cuento lo que me pasa, van a caer cataratas de mis ojos. Para eso le pago. Para eso le pago. Me lo repito mucho, pero no lo logro. Se me van a pasar las 30 sesiones que me paga la prepaga. Y yo sin seguir contando las cosas.

“son tus pequeñas rebeliones” me dijo el señor de la cabeza o analizador de pensamientos. Toda la vida me la pase haciendo cosas para marcar limites, pero como bien boluda que soy cuando lo hago me siento culpable. LA CULPA. Creo que merece blog aparte. Es algo tan arraigado. No es el tipo de culpa boluda de hacerse cargo de todo uno. Es no hacer cosas porque no quiero y después sentir que estoy en falta. Si hasta con la persona menos indicada, con la persona mas alejada, con la que me importa una mierda, si no hago lo que se debe estoy en falta.

Entender que el otro tiene cicatrices, entender que el otro tiene una vida y que tiene problemas que ni yo puedo solucionar. “deja de hacerte cargo de los demás” me dice mi mamá, me dice mi psicólogo, me dicen mis amigas, me digo a mi misma. ¡Pero no! La tipa una persistente. Si el otro se quiere tirar del balcón, convencelo de que no lo haga, dejale una soga por las dudas, si queres baja corriendo los 8 pisos y pone una cama elástica en la calle….PERO NO SALTES A LA PAR Y LE PIDAS QUE CAIGA ENCIMA TUYO.

Hoy deje la tesis oficialmente. “hola, si, emm yo no llegue a entregar lo pautado, como hago? Me doy de baja, me sacan del sistema, me vuelvo una paria social” (bueno, no me tengo que ir tan al carajo). Mi mamá me pregunto que hacia cursando esa materia, no era que ya la había dejado. ¡No ma! Vengo a dar la cara. Soy responsable de mis actos. Soy responsable de las consecuencias de mis actos. Sigo siendo responsable de todo. Creo que un día se me va a pinchar una neurona y me voy a ir a vivir a la montaña. No mentira, yo no puedo hacer eso. Me voy a la cordillera una semana y de repente necesito smog. Creo que esta ciudad no solo me cambio la forma de ver sino también la manera de respirar. No cualquiera puede decir que vive en una ciudad donde es más la cantidad de partículas de…bueno de todo lo que puede andar volando por Buenos Aires, y sobrevive como si tuviese un pararrayos a todo lo que te rodea. Sea el colectivero mala onda que te dice “arriba nena que tengo que cerrar la puerta” hasta la pelotuda que no sabe usar paraguas. Yo por eso prefiero mojarme en la lluvia, para no ser la boluda que se le da vueltas la sombrilla en plena avenida y no solo parece Mary Poppins sino que se empapa y moja a todos los demás.

Hoy llovía a lo tonto. ¡Si, si si! A lo tonto. No es que caían tontos del cielo. No quiero que me caigan más tontos del cielo. Ya tuve bastantes. Pero bueno, aproveche las gotitas y camine 6 cuadras así como vine al mundo. No desnuda, pero sin paraguas evidentemente. Menos mal que mi flequillo estaba atado, sino hubiese sido un caos. Cuando se hacen los rulitos próximos al cuero cabelludo. ¡Que pelo de mierda que tengo!. Estando empapada entre a mi casa, colgué el saco en una percha y de ahí al tender, hasta que algo que no debía pasar pasó. UN ESTORNUDO. Si yo le vivo poniendo “peros” a la vida, es porque las cosas me encajan esa palabra a mi. No vale disfrutar una lluvia de primavera con 19º, liviana de pensamiento y cuore, a la mañana si no hay algo que te venga a decir que las cosas no son color rosa. Debido a esto voy a establecer una nueva frase. Yo quiero una vida estampada y multicolor, donde los mas brillantes y claritos sean lo suficientemente fuertes como para tapar a los negros y marrones. Esto lo digo mientras miro la hebilla que me acabo de sacar del pelo.