lunes, 15 de noviembre de 2010

Algun día iba a encender...

Me salio levantarme temprano. Si señores. Al fin. Un lunes amanezco antes de las 11. Es una novedad en mi vida. No suele pasarme. No creo que le pase a mucha gente, y los que lo logran es porque tienen la costumbre. Así como la tuve yo alguna vez. Probablemente el cuatrimestre pasado. Se me cambio el reloj biológico. Mis ojos me retan si los abro cuando todavía el solo sigue entrando por la ventanita del costado y no por las del frente de mi habitación. Tengo bastantes cosas para hacer en un día. Me da vértigo pensarlo. Creo que ese es el gran problema de la gente que vive en esta ciudad. O los que viven en todas las ciudades. Bah! De todas las personas que viven. No es el hecho de hacer lo que tenés que hacer, es la cosa de pensar tooooodo eso. Por ahí si te pones a contar cuantas actividades van a pasar por tu día, las contas con los dedos de una mano, pero ya el simple hecho de decir “uy tengo que ir allá, tengo que ir a acá, tengo que…TENGO QUE..”.Obvio que si fuese un quiero ir para aquel lugar a hacer tal cosa no seria tan tedioso. Yo por lo pronto hoy tengo un día por delante que no tiene tantas cosas para proponerme. ¿O si?. Ya no lo sé y no me interesa. De todas formas ayer me di el gusto de no hacer absolutamente nada. Caminar por toda la city de una casa a otra en busca de elementos para realizar manualidades que obviamente a mi no me saldrían hacer porque soy bastante inútil. Lo digo de buena forma. Lo acepto. Nunca supe dibujar de forma coherente. Si un psicólogo lo analizara creería que estoy para internación o que tengo algunos rasgos psicópatas probablemente. Menos mal que hoy existen las computadoras que disimulan las fallas humanas. Bueno. Pensándolo bien las acentúan en muchos casos. Yo por acá enfatizo mi capacidad de hablar sin parar.

Volví a ser persona civilizada. El calefón anda. Me puedo bañar con agua caliente. Uno aprende a disfrutar de las cosas básicas. También volví a tener microondas. Ahora puedo calentar las comidas como la gente normal. No tengo que pensar en sacar el bife del freezer 3 horas antes, cosa que hacia mi madre cuando no teníamos este aparato durante mi infancia. En realidad no lo tuvimos hasta que yo tuve 19 años mas o menos. Mis amigos no lo comprenden. Pero para mi no era extraño. Me estoy tomando un café. A esta hora. Porque repito, me salió levantarme temprano. Aun después de una picada en la terraza de mi amigo De la Vega donde intentaron contar historias de terror. Lagartija se concentraba así le daba miedo y se acostaba en el piso que me dejo el jean sucio cual usado por 3 semanas sin lavar. No faltaron las birras. Creo que es la palabra más usada en estos tiempos por mi grupo de amigos y yo. Lunes a la noche… “che ¿nos tomamos unas birras acá en el barcito…”, miércoles a las 6 de la tarde “chee ¿bajamos a comprar unas birras?”….ni hablemos de jueves, viernes y sábado. Clásica del domingo. Como el futbol. Ese que miro porque me gusta. No creo que se entienda. Pero me entretiene realmente. Tengo mi propio vocabulario o por lo menos mi criterio. Distinto al de algunos hombres. Yo creo que le rompieron el arco, cuando para Lagartija fue un gol así no más. Considero que debe ganar el equipo del poroto, cuando para el resto tiene que ganar el pincha. Pongámosnos de acuerdo gente. O por lo menos yo tengo que empezar a coordinar con el resto del planeta. No es que voy en contra. Yo voy directamente para el costado de la humanidad.

Hace 2 días empecé a pensar cual va a ser mi ultimo final. Ya se con que profesor lo voy a rendir. Lo voy a decir apenas entre, así no hay tantas chances de que me desaprueben. Encima creo que le sigo cayendo bien. Mejor todavía. Estoy más cerca de irme a London Town. Se que me falta juntar plata, planear el viaje, trabajan, buscar compañeros de viaje, pero de todas formas estoy mas cerca. Mis 15 personalidades me van a acompañar. Y allá veremos cual es la que predomine, sobreviva, mate a las demás, o si logro una armonía entre cada una. Este finde se quedaron durmiendo varias. Me porte re bien. Tanto que llego a ser aburrida toda historia que sucediera en el lapso nocturno de los 3 días. Me di cuenta que me gusta la radio. Mucho. Quiero trabajar en un lugar así. Un micrófono no me asusta. Al contrario. Ya se para donde apuntar este finde. Tengo que ponerle nombre a ese aspecto de mí. Puede ser que sea la verdadera? ¿Esa que mis viejos se encargaron de nombrar?. Esperemos que si. Este posteo va dedicado a mi tía Ricotera, mamá me dijo que lo lee. Así que imaginatelo cual chango que camina por la calle, se topa con la cámara del noticiero y dice desaforadamente “hoolaa un saludo para mi mamá, mi tía, y para todo’ lo’ que me conocen lo’ quierooo”. Yo no diría eso frente a una cámara, pero creo que puedo ir considerando como puedo empezar a estar en la caja boba. Por lo menos ahora tengo la capacidad de pensar un poquito mas allá del finde, aunque siendo lunes ya quiero que sea sábado…

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