domingo, 30 de diciembre de 2012
Entonces...¿Qué?
domingo, 23 de diciembre de 2012
Las preguntas que nadie hizo a las respuestas que solo yo contesté
sábado, 1 de diciembre de 2012
Salteado y con sal
domingo, 21 de octubre de 2012
Pequeñas misivas de una vida en organización
viernes, 28 de septiembre de 2012
dos más dos igual 340
jueves, 10 de mayo de 2012
Condimentar a gusto
Voy a escribir un poco sobre el EX. O mejor dicho “lo ex”. Esta distinción viene a definir todo lo que es parte de un estado anterior, no solo una pareja o varias si te divertiste en el pasado. El otro día estuve caminando por la zona donde antes vivía. El lugar estaba cambiado pero encontré cierta familiaridad. Los negocios mas importantes seguían ahí y algunas caras que me cruzaba también. Pero sucedieron 2 cosas: en primer lugar, una de las esquinas que nunca había tenido relevancia albergaba un restaurante nuevo y muy lindo. A ver, era necesario que eso lo pusieran cuando ya me fui? Por que las cosas no eran tan buenas mientras yo estuve en ese perímetro. Lo mismo suele ocurrir con las personas con las que tuviste una relación amorosa. De repente ya no son parte de tu vida y se ponen cual modelos, cambian todos esos malos hábitos que te molestaban y no estaban dispuestos a modificar, se convierten en todo eso que siempre quisiste que fueran. Otra vez la pregunta… ¿por que no podías ser así mientras estuviste conmigo? Teniendo un poco de autocrítica creo que yo también cambie todas esas cosas y me pregunto si alguien estará pensando esto sobre mí. A menos que me escriban un mail o me manden una paloma mensajera, no me voy a enterar nunca.
Siempre vemos al pasado como mejorado después de que ya no estamos ahí. Son esos momentos donde surgen las ganas entupidas de tener una maquina del tiempo. Empezamos a vivir cada instante detestando lo que nos esta pasando y nos esta por pasar por apreciar algo que ya no va a volver. Algo que ya no es nuestro ni de nuestro mundo pero como ahora esta distinto a nuestros sentidos lo vemos como mejor. Cuando trabajamos queremos tener tiempo para hacer las cosas que no hacemos en esas horas. Volver a las clases, a las pasiones, a simplemente dormir una buena siesta. Nos sentamos frente a la computadora de nuestras responsabilidades y nos lamentamos no poder estar haciendo otra cosa. Cuando nos mudamos extrañamos rincones de la vieja casa. Balcones con vistas que te dan aire. Un patio con plantas donde sentarse cuando hace calor a la noche.
Sin embargo, como dije sucedieron 2 cosas en mi paseo por la vieja zona. En segundo lugar, me di cuenta después del shock pro pasado que ya no me sentía tan cómoda ahí. Ya no era mi lugar. Todo eso que me resultaba conocido ahora era como cualquier rincón de la ciudad. El dibujo de una pared ya no me avisaba que estaba cerca de casa sino todo lo contrario. Ver a un ex novio y entender porque no siguen juntos, sobre todo entender que no queres que sigan juntos. Dejar un trabajo y darte cuenta que no estabas feliz aunque hicieras fuerza.
Ni hablar del ánimo. Cuando pensabas que en un estado estabas mejor porque es distinto al que vivís ahora es engañarse a uno mismo o subestimarse. Estuve 2 meses diciendo que quería volver a mi estado de animo anterior y cuando tengo todo alrededor para conseguirlo me doy cuenta que no es lo que quiero en realidad.
La cuestión no esta en una insatisfacción crónica sino en saber exactamente que es lo que queres. Sobre todo darte cuenta que una vez que diste el primer paso no tiene ningún sentido retroceder en la caminata..
lunes, 23 de abril de 2012
Cortito y al pie
jueves, 19 de abril de 2012
Deje su mensaje despues del pip
Hablemos un poco de la cuestión relacionada a “una vez que no te tengo, te trato bien”. En realidad hablemos es un poco ambicioso en este caso, simplemente voy a ser yo escribiendo como siempre mientras el que esta del otro lado se apropia de lo que digo con todo el permiso del mundo.
Volviendo a la cuestión principal.. ¿Qué necesidad hay en demostrar todo cuando la decisión ya se tomó? El buen trato aparece tarde. No se como será en la vida de otras personas, pero en la mía, cuando es tarde no hay película ni guión hollywoodense que lo salve. El primer paso esta en tomar la determinación de hacer las cosas. Ir y decir “hasta acá llegue”, “te doy de baja”, “no te doy mas cabida”. Cuesta demasiado pero se siente cierta libertad cuando se hace. Si se aplica a un laburo o a un tema de responsabilidades de la vida de personas adultas (cosa que claramente yo no soy) hay que tener el coraje de dejar pasar una oportunidad que te hace 10% feliz y 90% la loca de mierda, destrozada que llega a su casa y no quiere existir. Todo por el miedo de estar sintiendo que te perdes algo. Decirle chau a una situación es a veces más difícil que decirle hola. De repente un día explotas y te vas. Porque como dijo el sol “no me gusta lo que produce en mi”. Ni un trabajo, ni una persona. Ahí es más complejo.
Entonces ¿Cómo haces para decir “no puedo mas” cuando las ganas te ganan mas que la voluntad? A veces terminas haciendo cosas irracionales. A veces gastas más dinero del que quisieras. A veces esperas que te den un beso en la espalda cuando ni siquiera te dan la mano. No es por miedo a quedarse solo, no es por miedo a no trabajar nunca mas. Es por el simple hecho de sentir que si esto no esta, no va a haber otra cosa. Una vez tuve una relación así. No quiero repetirla. No quiero las cosas que producen en mi lo que no soy. ¿De qué te sirven 10 minutos de felicidad si el resto del tiempo las cosas no fluyen? Las minitas encima tenemos la manía de fantasear. No se confundan, la época del príncipe azul que nos salve de todo ya se termino hace rato. Nuestra imaginación nos hace querer que las cosas sean de una manera, y la mayoría de las veces eso no coincide con la realidad. Entonces nos agarra el conflicto. Porque.. si yo creo, siento, quiero y espero que sea rojo… ¿Qué hace este pelotudo siendo azul? ¿Es un pitufo acaso? ¿por qué este trabajo no es lo que yo quiero que sea? ¿Por qué no soy una actriz famosa que vive en Londres y trabaja 3 semanas al año? Porque mi vida es otra. Entonces hasta que no aceptas que las cosas no son como queres o pensas que podían ser, no dejas de frustrarte. Por supuesto que hasta que no nos caemos en el pozo depresivo, no puteamos como si estuviésemos en la cancha, no estornudamos sin parar porque nos enfermamos de decepción, no paramos. Déjenme decirles que la desilusión es tan gigantemente molesta como un dolor de ovarios, de esos que te retuercen. Ni hablar de aceptar que te equivocaste. Me equivoque en aceptar esta posibilidad, me equivoque en creerte, me equivoque en no ponerte limites, me equivoque en no decir las cosas cuando correspondían, me equivoque en seguirte la corriente, me equivoque en no decir no, me equivoque en ir, me equivoque en dejarte venir, me equivoque en pretender que eso era normal, me equivoque en esperar que la gente saltara a mi favor, me equivoque en pensar que significaba algo en un contexto que te pasa por encima. Menos mal que a veces se decir HASTA ACA LLEGUE.
Ahora me pregunto…¿Qué hacemos con el desencanto que sentimos? Cuando la realidad pisotea a la fantasía y nos damos cuenta que estamos meando fuera del tarro. Cuando la vida nos aplasto y nos dejamos aplastar. Cuando todos los planes que tuvimos en 6 meses de introspección y relajación se fueron volando. Este es un gran dilema. Ya no tengo ganas ni edad para dejarme estar. Ya no tengo edad ni ganas para que me pase por encima. Ya no tengo edad ni ganas de mirar para otro lado y no resolver. Por el momento espero irme de viaje.
De todas maneras hay una cuestión que surge en todo este mambo de palabritas. ¿Qué hago con todo eso que siento? Porque pararse en seco y mirar hacia el cuore te puede llevar hacia 2 caminos: cerrar con llave la puerta y vivir la vida a través de la mirilla o dejar abierta y declararle la guerra a las cosas inexplicables…
miércoles, 28 de marzo de 2012
lunes, 26 de marzo de 2012
Reglas para entender a Julieta (segunda sesión)
Como cambian los peinados también cambian las necesidades. Por eso mismo ahora pretendo mas cosas de las anteriores. Alguna vez hice una pequeña descripción de cómo me gustaría que sea la relación que se desarrolle entre mi persona y mi amor. Pero, así como te empieza gustar el helado de frutos del bosque y te deja de gustar el de vainilla porque creciste, algunas cosas ya no son suficientes. Acá les va entonces una guía de mis deseos actuales.
Me gustaría que me trates como una princesa. No significa que me des todos los gustos y me cumplas los caprichos. Que mala reputación tienen las princesas hoy en día. No quiero un cuento cual película de Disney en vhs, quiero que me trates como me merezco. No un día y no todo el tiempo. En la justa medida. Los pequeños gestos diarios hacen a las grandes hazañas. Cociname una cena solo porque si y no te acuerdes de los aniversarios. Traeme un café a la cama y yo te lo voy a llevar al día siguiente. Escribime un mensaje contándome un chiste cuando estoy volviendo cansada en el bondi. Tratarme como princesa, como veras, no es ser un pollerudo que me regala el mundo. Es simplemente hacerme sentir importante aunque no tengamos castillo y solo estemos parados en una baldosa.
No me ignores. No me acoses. Acordate de mi cuando te acuerdes y hacemelo saber. Un mail es tan agradable como un llamado por teléfono. Un beso en la frente cuando estamos en público es mas significativo que una caminata de
Aprende que cuando digo “chau” lo digo en serio. Tene en cuenta que no miro atrás. Probablemente no me levante de la cama por 2 meses, pero cuando cruce de vereda date cuenta que el semáforo no va a cortar para que cruces. Te busco hasta 10 veces. La nº11 no sabes mas de mi vida. No voy a volver a buscarte. No quiero que vuelvas a buscarme si no funciono. Las segundas partes me ponen nerviosa. Ni hablemos de las terceras. Si no queres verme y se termino, decimelo en la cara. La verdad es complicada y probablemente te ponga cara de “te odio” pero siempre la voy a valorar mas que estar 3 días pensando que esta todo bien y que me dejes pagando.
Agenda que me gustan los anillos pero siempre uso los mismos. Me compro muchos pares de aros que nunca estreno. Convenceme de que no los compre o dame oportunidades para estrenarlos.
Me encanta la noche pero no la oscuridad. Me encantaba el verano pero ahora amo el invierno. Me gustan los días de frío con el sol en la cara. Vivamos nuestras vidas en un lugar que me permita tenerlos.
Me gusta la música y me gusta el silencio. Respetalos. No quiero hacer todo con vos pero si quiero que seas parte de todo. No somos una sola persona pero podemos tener el mismo mundo….
miércoles, 29 de febrero de 2012
Auroras boreales
La teoría del lado de la cama. Desde el vamos pasar de una cama de una plaza a una de dos es todo un tema. Aprender a desparramarse de otra manera mientras dormís tiene toda una técnica. Entonces si de por si es complicado arreglárselas con uno mismo cuando aparece otra persona la cuestión se convierte en un problema físico-matemático que no te deja en paz. No solo vamos al hecho de que después de estar acostumbrada a dormir en posición L (con la cabeza en la almohada y las piernas atravesando toda la cama en un ángulo de 90º) tenés que acostumbrarte a hacer una coreografía con otra persona para que ninguno de los dos se moleste; también está el temita de qué lado duerme cada uno. Por imitación puede ser que esté adiestrada a depositar mi cuerpo en el mismo lado que mi madre lo hace, o puede ser por la proximidad a la mesa de luz atípica que tengo. No es algo que pueda explicar con palabras pero ese lado es MIO.
Como en el fondo soy minita y todas tenemos nuestro lado Cosmopolitan hay algunas señales por las cuales mi vida se rige. Un poco arbitrariamente y un poco porque la experiencia me lo ha demostrado, hay detalles que te hacen preveer como serán las cosas a futuro. Tener un deja vu porque estas saliendo con un pibe que te lleva en la primera y segunda cita a los mismos lugares que tu ex puede significar dos cosas: 1º que ese era el camino pero te equivocaste de persona, o 2º te esta avisando que no solo estas siguiendo un patrón de persona y comportamientos sino también que va a ser tan pelotudo como el otro pibe. Así también nos fijamos en el color de ropa que teníamos puesto el día que lo conocimos y si todo resulto bien pero te separaste porque fue de mutuo acuerdo, le pones todo el énfasis a la vida cuando volves a ponerte esos colores para una salida. Del mismo modo, cuando ese vestido que tenías incrustado la noche en que lo viste chamuyarse a una mina en tu cara vuelve a estar atado a tu persona, misteriosos acontecimientos empiezan a pasar. Entonces terminas sola sentada en tu cama comiendo lo que encontraste en la heladera, a las puteadas y mirando una película a las 6 de la mañana jurando que no vas a volver a ponerte ese vestido.
Algo así me pasa con el lado de la cama. Es mi señal. Sea mirando tele o durmiendo si la persona ocupa mi lugar hay algo que no esta bien. Después de salir 1 año y medio con un pibe que tenia una complicación existencial con este asunto porque se sentía menos hombre si yo dormía de ese lado, aprendí que las cosas hay que mirarlas en detalle. En su universo que yo durmiese del lado que en su casa parental lo hacia su viejo le daba la sensación de que se disminuía su hombría. Todos tenemos nuestros problemas, lo se, y gracias a esto aprendemos de las locuras ajenas. A mi me sirvió para darme cuenta que cada vez que me pase una situación de cama, el lado donde quede va a determinar cuanta atención le tengo que dar a la persona.
El problema se traduce en ¿Cómo le explico que me esta babeando mi almohada? He intentado de maneras sutiles, groseras, violentas, simpáticas, irónicas. Algunas de esas veces la persona se corre y me deja mi lugar. Otras se me ríe en la cara. Pero una sola vez la cosa fluyó naturalmente. Una sola vez me desperté de mi lado sin haber pedido nada. Una sola vez no tuve que idear una estrategia cual guerra de trincheras para adueñarme de mi espacio y mi almohada. Una sola vez no me sentí tan maniática como mi ex y su problema del lugar de la cama. Aunque todo esto parezca un delirio místico nacido de reflexiones de after office, mi manual de revista femenina y mi sensación interna me hacen pensar…no será que una vez en la vida alguien también quería su lugar y no era el mismo que el mío?...