martes, 3 de mayo de 2011

Nadie entendio nada

No garpa comer tan tarde. En realidad no garpa tener que cocinarme tan tarde por salir de baile. Pero bueno, el que quiere celeste que le cueste ¿no? No se. Creo que es hora de replantearme las cuestiones por las que me quejo. Resulta que me paso la vida despotricando contra un programa de TV. Uno que genera todo el puterio del cual se nutren los chimentos. Que no hay contenido. Que no brindan nada importante a la sociedad. Que todo el tiempo es pelea y gente bizarra con síndrome de centro de mesa. ¿Y? ahora resulta que tengo contacto con la gente que realmente se rompe el lomo y me doy cuenta que distintas son las cosas dependiendo de donde se miren. En fin, tengo que aprender de que quejarme, o por lo menos, antes conocer para saber opinar.

No me salía escribir para el blog. Es entendible, si se tiene en cuenta que me pase este ultimo mes y medio escribiendo sin parar desde las 9 de la mañana hasta las 3 o 4 de la tarde promedio. Todos los días, las teclitas sonando, sin parar. Si me hubiese grabado podría haber hecho una canción instrumental con este ruido. Imagínense que encima no me corte las uñas, porque me las deje largas para ir a hacerme las manos. Ahora resulta que no se si quiero hacérmelas, porque no quiero gastar plata. La economía hogareña esta complicada, cada vez menos cosas me compro y cada vez gasto más. La cuestión es que ahora tengo uñas re contra fuertes por tanto calcio o fortalecedor que me mande, re largas, re ruidosas de todo lo que toco, lastiman a todo el mundo y mas a mi misma…¿con qué fin?. Ninguno. O por lo menos todavía no descifre cual será el uso de estas uñas. Capaz rascarle la espalda a alguien. Hacer mimos en el pelo. Algún día lo sabré. La cosa esta en que me la pase escribiendo sin parar por la tesis. Que tuvimos ahí una escala de entrega. No dormí nada, bueno en realidad la que no había dormido era florero. Por lo que, su capacidad de comprensión de los diálogos el día de la materia era para filmación. Una y otra vez preguntando lo mismo, ni hablemos de un ojo que se desviaba. Claramente no dejamos la facultad todavía, porque estas cosas se hacían cuando teníamos parciales. Estamos mayores para estas situaciones. No tan mayores como los bepis que me gustan a mi. Lamentablemente miro viejos. Obvio que tengo un techo. La edad de mi papá menos 7 aprox. Hasta ahí le doy. Vamos a poner esto en ejemplos porque sino mis amigos van a querer presentarme a sus abuelos. Un jovie al cual le entro sin culpa y como si fuese dulce de leche (¡un aplauso para la vulgaridad presente en esta oración!) es a Iván Noble. Si gente, yo le doy aunque tenga 43. Si, tiene esa edad, aunque no lo crean. Está genial. Y ¿Qué es lo mejor de todo esto? ¡QUE TIENE BARBA! Porque ahí esta otra de mis fijaciones. Mayores y con barba. Si pueden usar el pelo con rodete mejor, si a lo Manguera de Juanita. No obstante (palabra aprendida durante el termino de escritura tesiano para no poner un simple “pero”), quiero decir que también me van así medio rapaditos. Listo lo dije. Ahora el hombre de mi vida va a tocarme el portero y cuando yo baje me va a traer un kilo de helado de dulce de leche y mousse de chocolate… Bueno, emm, el timbre no esta sonando. Será cuestión de no pensarlo. Porque como siempre me dicen algunas personas que conozco, las cosas llegan cuando uno no las busca. Entonces, si uno no las está buscando, ¿cómo se da cuenta que son? “te van a caer del cielo, vas a ver”…a mi lo que me caen de cielo son los pelotudos. Que no saben si hablarme o no, que me maltratan y me aman, que no están en este momento cocinándome. Probablemente mientras yo despotrico contra mi momento de chef queriendo que esté acá abriendo y cerrando el cajón de los cubiertos, el amor de mi vida está volviendo a su casa y deseando que esté alguien cocinándole a él. Esas paradojas de la vida. Me fui al joraca con la poética en este párrafo. Bueno ahora paso a pedirles perdón por nacer, como solemos decirnos con El Tipo cuando nos tiramos bombas explosivas llenas de fideos con albóndigas.

Tengo que dejar de enojarme por esas cosas que no controlo. Porque por más que uno haga el esfuerzo, ahí están para descarrilarse. Te vas de viaje a la concha de la lora para distraerte y aún así, te pueden pasar cosas que te desequilibran. Yo quiero decir una cosa, pongo excusas para las cosas que me enojan en realidad. O sea, si estoy frustrada por algo voy y digo que en realidad me afecto una idiotez de algún ex. Ni hablemos de poner excusas para las cosas que realmente quiero hacer. Para esas que si nadie me estuviese mirando las haría como bajar al kiosco a las 2 de la mañana en pantuflas, para comprarme ese chocolate al que le tengo antojo mientras miro una serie que se convirtió en mi obsesion..

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