miércoles, 12 de octubre de 2011

Azucar sin arroz

Reírse de uno mismo. Así le definí lo que hago con las palabras a un grupo de personas nuevas en mi vida. Los noté animados con la descripción de mis posteos. Creo que más que ellos escuchar de que se trataba, yo necesitaba hablar. Hablar y escribir. Hasta en otros idiomas. Probablemente la gente que me conoce puede sorprenderse de esta afirmación. “yo no hablo”. Si, todo bien, hablo hasta por los codos, pero no hablo. No digo las cosas. No se las digo a las personas que corresponden, en los momentos adecuados. Decir no solo es formular un pensamiento, articularlo lógicamente y pronunciar sonidos. Es expresar muchas cosas. Así que en mi nueva postura de la vida, trato de exponer las cuestiones como deben ser. Por eso agarro el teléfono y llamó a mi padre, aunque signifique aceptar que no tengo edad ni tiempo para resolver todas las cosas que me gustaría.

Dije con total libertad una filosofía de vida trillada, reírse de las cosas que te pasan. Desdramatizarlas. Seguramente mi compañero escritor de teorías filosóficas debe haber pensado que era una idiotez, o por ahí pensó que había alguien en el mundo como él que se pone a pensar otra manera de ver las cosas. Me fui a tomar el bondi con eso en la capocha. R E I R S E. Llovía mucho, y claramente, yo era la única que no tenia paraguas. Escabullirme debajo de un árbol empeoraba las cosas. El colectivo se estaba tomando todo el tiempo del mundo para venir.

“seguro que me subo y esta lleno, no me puedo sentar, se me caen las monedas, la gente me putea porque no me apuro, alguno va con el celu sin auriculares escuchando música (propicia para un sábado a las 5 de la mañana), debo tener el rimel corrido, debo parecer un zombie”. Así, forever and ever, giraban las frases en mi cabeza en los segundos en los que el rojito se acercaba. Para mi sorpresa, estaba vacío. Había asientos. Las monedas no se me cayeron y rodaron cortando cabezas de todos los gérmenes que hay en el piso, el maquillaje no se me había corrido (solo se me habían revoloteado un poco las pestañas), nadie escuchaba ningún tipo de música. Un ratito las cosas como yo quería.

Entonces volver a casa de repente te hace acordar que tuviste un día horrible. “otros deben estar peor”. Sorry por el egoísmo, pero la vida de otro es de otro, en mi planetita las cosas que me pasan son tan graves como un tsunami. Mejor no hablar de eso porque después sueño.

La gente es desubicada y egoísta. Pretende que le pelees sus batallas y se las ganes sin que ellos hagan esfuerzos. No importan las horas frente a una pantalla trabajando si no les cumpliste su capricho. No importa la buena voluntad y la buena predisposición por años, en instancias decisivas te salen con reproches. No son relevantes todos esos aspectos en los que cediste a tus deseos para no molestar ni hacer daño, siempre sos un aprovechador en momentos clave. No importa cuanto quieras que cambie una persona por su bien, las personas no cambian.

La terquedad es valorada en muchos ámbitos, yo no la aprecio en ninguno de los míos. Ser orgulloso no siempre demuestra valentía, sino más bien pánico y deshonestidad. Juzgar las cosas según el anteojo con el que las estés mirando no hace que estén mas cercas o mas lejos tuyo. La vida no es unilateral como muchos piensan. Las cosas se acuerdan, se pactan, se respetan, se establecen bajo criterios y parámetros, se cumplen, se practican como son. Cada uno cuida su jardín, pero si yo tengo las hojas de mis plantas en tu terreno por más que las raíces digan que son del mío, vas a pelearme la situación aunque los dos nos quedemos sin plantitas. Las personas deberían entender que el respeto se pierde solo con la falta de respeto.

Ante este panorama desolador hay opciones a seguir. En primer lugar podes sentirte mal todo el día, enojarte con el mundo y con vos mismo, llorarle a tu papá porque te frustraste con algo, aceptar las culpas, asumir culpas que no te corresponden, prenderte al pote de dulce de leche con más culpa (no te lo recomiendo, porque salir de ese estado va a estar mas complicado que con los mineros de chile).

Sin embargo a veces aparecen opciones para seguir riéndose de la vida, una cena con amigas, un amigo que te dice que te quiere, una madre que te habla pavadas y se confunde de tecla diciéndole Nessi a un jugador (ME TENTE), unas canciones que te inspiran a cantar a los gritos, unos pensamientos desorbitados respecto a temáticas bizarras de la vida, unas fotos que te pones a sacar, unas lecturas a libros que te atrapan, una recorrida por todo el camino que transitaste con tus propias palabras, un posteo de blog sin sentido y sin gracia que te alivia un poco las ganas de decir las cosas…

1 comentario:

  1. LA vida... me quedo con "Soldado que toma la decision de irse a la mierda, sirve para otra batalla que sea propia y no ajena" LA frase del dia ;)

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